Una guitarra Fender que acompañó al cantante Johnny Cash (1932-2003) desde finales de la década de los sesenta fue vendida hoy por más de 72.000 dólares en una subasta de objetos de música country organizada por Christie's en Nueva York.
En la primera subasta que esta firma dedica a piezas que pertenecieron a iconos de la música estadounidense por excelencia, ese instrumento, que cuenta con la firma del conocido como el "Hombre de Negro", alcanzó un precio final de 72.100 dólares y superó así su valor estimado de entre 40.000 y 60.000 dólares.
La pieza, un modelo Malibú negro que Cash utilizó hasta principios de la década de los setenta, no fue, sin embargo, la que alcanzó un valor más alto en la subasta, donde la superaron guitarras de otros clásicos como Hank Williams (1923-1953), Waylon Jennings (1937-2002) y Luther Perkins (1928-1968).
La guitarra de Cash puede verse en numerosos conciertos que se incluyen en el documental "Johnny Cash: The Man, His World, His Music", que en 1969 filmó Robert Elfstrom, y en ella el intérprete de "Get rhythm", "I walk the line" o "Big river" estampó con su puño y letra la frase "Disparé a un hombre en Reno sólo para verlo morir".
En una subasta con la que Christie's recaudó 878.288 dólares, la pieza que alcanzó el precio más alto fue una guitarra que utilizó durante su carrera el destacado cantautor Hank Williams, definido por los expertos de la firma como "uno de los compositores más influyentes del siglo XX".
El instrumento fue vendido por 134.500 dólares y le siguió, con un precio de 98.500 dólares, otra guitarra Fender que perteneció a Waylon Jennings, quien la utilizó con asiduidad en sus conciertos entre 1970 y 1993, hasta que pasó a manos de otro guitarrista, Reggie Young.
La tercera pieza más cara de la jornada de ventas en Nueva York fue una guitarra eléctrica también de la casa Fender que perteneció a Luther Perkins y que se adjudicó finalmente por 74.500 dólares, dentro del valor estimado por Christie's, que la situaba entre los 60.000 y los 80.000 dólares.
Perkins fue uno de los integrantes, junto a Johnny Cash y Marshall Grant, de los conocidos como "Los tres de Tennessee", que ofrecieron numerosos conciertos que llevaron a la fama a Cash alrededor de Estados Unidos.
Se esperaba que la pieza estrella de la subasta fuera una guitarra del pionero del rock Buddy Holly (1936-1959), valorada entre 450.000 y 550.000 dólares, que finalmente no encontró un comprador dispuesto a desembolsar ese precio.
Según los responsables de Christie's, el instrumento de la casa Gibson, un modelo J-45 fabricado entre 1942 y 1943, pudo haber sido utilizado por Holly en actuaciones memorables junto a Elvis Presley o Bill Haley en Texas.
Tanto la funda como la correa que acompañan a la guitarra están decoradas con ilustraciones que el mismo Buddy Holly realizó en honor a Elvis Presley, quien tuvo una gran influencia en la producción musical de este ídolo de masas que falleció a la temprana edad de 22 años en un accidente aéreo.
La casa de subastas también vendió una amplia selección de los característicos sombreros, botas y chaquetas con flecos y las guitarras que pertenecieron a Roy Rogers (1911-1998), cuyo nombre real era Leonard Franklin Slye y quien pasó a la historia como cantante y actor especializado en el papel de vaquero.
Por una de sus guitarras, de la casa Gibson, se pagaron 43.750 dólares, mientras que numerosas piezas de su vestuario se subastaron por precios tan elevados como los casi 12.000 dólares que logró uno de sus característicos chalecos o los más de 16.000 dólares que un comprador pagó por uno de sus trajes.
Destacó, asimismo, la venta de un álbum de recuerdos de Rogers, en el que se incluyen numerosas fotografías originales tomadas a lo largo de su carrera, así como recortes de diarios y letras manuscritas de algunas de sus canciones.