Si el año pasado millones de personas en más de cien ciudades de EU salieron a las calles para derrotar el proyecto de ley HR4437 de James Sensenbrenner, el cual criminalizaba a los indocumentados, ahora se espera que salgan para presionar por una reforma migratoria justa.
"Ahorita de lo que se está hablando en el Capitolio entre el presidente [George W.] Bush y los republicanos es del puro programa bracero, del no a la legalización y hasta de prohibir la reunión familiar", explicó Angélica Salas, directora de Coalición de Los Ángeles para los Derechos de los Inmigrantes (CHIRLA), quien acaba de llegar de Washington.
La visita de Salas a la capital del país tuvo como fin asistir a la reunión del Consejo Estratégico en el que participan cientos de organizaciones, iglesias y sindicatos a nivel nacional para definir el movimiento a seguir para defender a los inmigrantes.
"El presidente piensa que no hay más respaldo para una reforma y lo que ofrece son migajas que no resuelven la situación de la mayoría de las personas", expresó. "Lo que propone es una reforma que desconoce a mucha gente y no daría papeles, o la gente tendrían que esperar hasta 15 años para legalizarse".
La activista indicó que las próximas dos semanas serán muy importantes porque el 14 de mayo el presidente del Senado federal indicó que ya se tenía que estarse discutiendo una reforma migratoria.
"El presidente y el Partido Republicano están peor que el año pasado porque les beneficia no hacer nada y echarle la culpa al partido demócrata, que ahora es mayoría", expresó. "Es por eso la importancia de salir a presionar y marchar este martes primero de mayo, no importa a cual marcha salga, lo importante es salir a apoyar".
El cardenal Roger Mahony invitó a todas las personas a que participen en el movimiento del 1 de mayo para culminar el trabajo iniciado el año pasado.
"El Primero de Mayo es nuestra oportunidad para construir la fundación de las marchas del año pasado, y una vez más hacer nuestras voces escuchar", expresó el cardenal, quien ha estado cabildeando en la capital del país en los últimos meses por una reforma migratoria.
"Recomiendo a nuestras Iglesias, escuelas y otras entidades dedicar tiempo una vez más este Primero de Mayo para ayudar a nuestros trabajadores y estudiantes a apreciar la dignidad del trabajo, el valor de la educación y el importante papel que los inmigrantes juegan en el sur del país", expresó el máximo jerarca católico.
Mahony pidió a todos los feligreses convertir el martes en un día de acción y escribir, hablar por teléfono a los congresistas para pedir una reforma migratoria justa, o participar en la marcha denominada Ruta de la Unidad a las 3:00 p.m.
Otros activistas indicaron que si bien no existe el mismo ambiente del año pasado, el movimiento es el mismo porque en toda la nación y en más de cien ciudades habrá marchas, pero mientras más personas participen, mas fuerte será el mensaje.
"La situación es diferente con respecto al año pasado, pero lo cierto es que todos estamos participando por un mismo objetivo en diferentes frentes en todo el país y eso es lo importante", expresó Nativo López, presidente de la Asociación Política México Americana (MAPA).
El activista agregó que no se puede confiar en el Partido Demócrata que después de varios meses de ser mayoría en el congreso no ha dado señales de liderazgo respecto a una reforma justa para todos.
"Temo que haya algo peor de lo que buscamos. Hemos escuchado reuniones a puerta cerrada de los republicanos, demócratas y el presidente que hablan de programas de trabajadores huéspedes y una legalización difícil y postergada", enfatizó López.
"Necesitamos seguir presionando, no podemos quedarnos en la casa el próximo martes si es que queremos que haya un cambio", agregó. "El objetivo será pedir un alto a las deportaciones, la legalización para todos, no al proyecto Gutiérrez-Flake y no al programa de braceros o trabajadores huéspedes".
Gloria Saucedo, directora de Hermandad Mexicana Nacional y quien ahora lleva siete días de huelga de hambre en la Placita Olvera en pro de una reforma, expresó que no se puede esperar que inmigración siga destruyendo familias.
"Las redadas nos deja impotentes, al ver que agentes se llevan a los padres de los niños ciudadanos y sin poder hacer algo. Tenemos que actuar y lo único que se pide es su presencia en cualquiera de las marchas para apoyar a miles de familias que viven a la sombra, pero con miedo de un día ser separados", expresó la activista.