El obispo emérito de Puerto Iguazú, monseñor Joaquín Piña, aseveró que en el encuentro que mantuvo ayer con el presidente Néstor Kirchner en la Casa de Gobierno "tratamos de bajar los decibeles" en la relación entre la Iglesia y el gobierno. "Yo creo que los dos tratamos de bajar los decibles. El me dijo que no tenía problemas con la Iglesia ni con ningún obispo y que está abierto al diálogo", señaló Piña a Radio Contienental, antes de partir a Córdoba donde participará de un encuentro religioso
En un gesto de acercamiento hacia la Iglesia, Kirchner charló ayer a solas con Piña durante poco más de media hora en el despacho presidencial sobre la situación política en la provincia de Misiones, la relación entre la Iglesia y el gobierno y el documento emitido el sábado por el Episcopado.
Piña explicó que en el encuentro con Kirchner trató de "explicarle un poquito la posición del (titular del Episcopado, cardenal Jorge) Bergoglio" y agregó: "Yo lo conozco bien y había hablado con él hace pocos días y se me quejó un poco de que el gobierno lo tuviese a él como jefe de la oposición".
En cuanto al reciente documento del Episcopado, en el que los obispos pidieron transparencia para las elecciones y que se respete el federalismo y la autonomía de los poderes, Piña expresó que Kirchner "estaba de acuerdo" con el texto, por lo que "no había salido a decir nada" públicamente.
"La Iglesia no habla para el gobierno, sino para el pueblo, y evidentemente dentro del pueblo está el gobierno", señaló el obispo emérito, quien consideró que "hay una especie de susceptibilidad o hipersensibilidad, como si estuviesen muy a la defensiva" de los dichos de los pastores de la Iglesia.
En cuanto a la situación en Misiones, donde el obispo encabezó el año pasado una coalición que terminó con las aspiraciones reeleccionistas del justicialista Carlos Rovira, Piña le dijo a Kirchner que no era su "enemigo político", sino que "había que salvar la democracia de cualquier forma".
"El me dijo que no tenía ningun rencor, que esó pasó y que por lo visto no había sido suficientemente informado", precisó el prelado, y agregó que los misioneros "aprendieron la lección y demostraron madurez cívica".
En cuanto a las próximas elecciones provinciales, Piña le pidió al presidente "que en lo posible interviniera lo menos posible", ya que "el problema de Misiones lo tenemos que resolver los misioneros".
"El me dijo que estaba de acuerdo", afirmó el obispo, quien por último realizó nuevas críticas al gobernador Rovira: "Ya perdió un poquito el rumbo, vive muy aislado en su torre de marfil, todos lo acusan de autista".