Dentro de los desacuerdos de la industria láctea se encontraba el desmonte de la franja de precios, cuya función es la de estabilizar y fijar el valor del producto para el consumidor y así evitar que las importaciones lácteas, procedentes de países que cuentan con millonarios subsidios gubernamentales, arrasen con el mercado nacional.
Sin embargo y pese a lo anterior, el jefe del equipo negociador colombiano,
Santiago Pardo, anunció que quedó definido el capítulo lácteo por lo que se cerraron las negociaciones, y ahora sólo se espera la firma del TLC, con lo que se le dará vía libre al acuerdo comercial.
Al respecto, Colombia logró negociar la eliminación de los subsidios europeos a las exportaciones de lácteos, e internamente se comprometió a expedir un documento Conpes tendiente a modernizar el sector, y que en el momento está siendo elaborado. Además, existe el compromiso de la UE y de España de contribuir al desarrollo de esta actividad económica.
De esta forma, lo que sigue es la revisión legal del acuerdo con la idea de que el próximo 19 de mayo se dé la rúbrica (que no es exactamente la firma del TLC, pues esto se produciría posteriormente), durante el desarrollo de la VI Cumbre del bloque europeo con América Latina y el Caribe, que se celebrará en Madrid y contará con la presencia de
Álvaro Uribe.
De otro lado,
Santiago Pardo infirmó que en la declaración conjunta de excepciones pactada con la UE se aceptó que Colombia seguirá aplicando algunas medidas para la importación de bienes usados, re - manufacturados, recuperados, vehículos usados y nuevos de años anteriores.
Así mismo,
Pardo agregó que la declaración se mantiene como una excepción el actual esquema impositivo interno para los licores por dos años, luego de la entrada en vigor del TLC.
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