Se nos ha ido
Juan Manuel Gozalo. Se va con él una de la voces mitos de la radio. Un profesional entregado al oficio hasta niveles casi de alineación. Vivía para la radio y ha muerto a pie de micrófono: su última tertulia fue el pasado miércoles, día 7. Tenía desde hace tiempo la muerte en la mirada, pero su inmenso coraje le empujó a seguir hasta el final. Se despidió de los oyentes y de la vida en Radio Marca, pero durante una generación había sido la voz del deporte en Radio Nacional, la emisora que fue su vida y a la que contribuyó a hacer grande desde Radio Gaceta de los Deportes, las retransmisiones de una decena de Mundiales de Fútbol, 11 Juegos Olímpicos y miles de programas vividos al límite de una voz rota y ronca muy peculiar.
Juanma Gozalo, "Kubalita" para los amigos, fue un tipo desmesurado. Nació para la radio en el teatro de la radio -el cuadro de actores de la Cadena SER- y se hizo reportero en el desaparecido diario Pueblo, compitiendo con
José María García. Los dos acabaron siendo, durante muchos años, los amos de la radio deportiva en España. Y, a la postre, a los dos sus respectivas
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empresas les acabaron tratando como tratan las madrastras. A García, un tonto se lo cargó en Onda Cero y a Gozalo un becario le emplazó a jubilarse de RNE, pese a saber que tenía cuerda para rato.
La historia de la radio española está llena de casos similares. Dirigen las emisoras gentes que tocan de oído. Nadie se acordará de ellos al escribir la historia de la Radio, pero los historiadores no olvidarán la figura de Juan Manuel Gozalo, un cántabro que en un ataque de fiebre y cariño hacia su pueblo quiso ser alcalde de Muriedas. Con buen criterio, sus paisanos eligieron a otro. El lugar de Gozalo era la radio. En ella fue feliz. Es todo lo que puede pedir un hombre. Adiós, amigo, descansa en paz.
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