La CEOE sabe que el Gobierno legislará y que el contenido de la reforma podría favorecer a los empresarios porque de algún modo se abaratarían los costes del despido si se universalizara a todos los colectivos el contrato de fomento del empleo estable, cuya indemnización es de 33 días por año trabajado frente a los 45 días de los indefinidos ordinarios.
Pero esta reunión se produce pocas horas después de que el presidente de la CEOE,
Gerardo Díaz Ferrán, dijera el martes que hay "días suficientes" antes de que acabe este mes para cerrar acuerdos en torno a la reforma laboral. En su opinión, existe "bastante aproximación" en la mayoría de las materias tratadas, sobre las que "no ha habido ni perímetros ni líneas rojas".
Pero lo cierto es que la patronal ha renunciado a su vieja reivindicación,la rebaja de las cotizaciones sociales que se pagan por los trabajadores. El presidente de la confederación admitió que dado que el Gobierno persigue la reducción del déficit “los empresarios no aspiramos a recuperar los cinco puntos de diferencia que existe entre la cotización a la Seguridad Social en España y en el resto de la UE”, un mensaje demasiado fácil para una fracción de la patronal. Con todo, los portavoces oficiales insisten en que Díaz Ferrán sigue teniendo el “respaldo unánime” dentro de la organización.
Pero Díaz Ferrán,
cuya marcha de la CEOE ya se da casi por hecho en muchos círculos empresariales, saldría mejor parado si por lo menos acabara su paso por la Presidencia de la patronal con un acuerdo en torno a la reforma laboral. Además, la reunión está tan poco definida que podrían derivarse tres escenarios posibles: acuerdo, ruptura o darle otra posibilidad a la negociación en los días que restan hasta finalizar mayo.
De hecho, a patronal rechazó ayer la última propuesta sobre reforma laboral presentada por su presidente. El presidente de la patronal se reunió con los vicepresidentes para informales de cómo marchan las conversaciones. Al parecer, Díaz Ferrán pidió potestad para poder firmar la primera oferta del Ejecutivo, en un intento por terminar su mandato con seriedad, al tiempo que presentó un documento "demasiado abierto", en opinión de parte de los directivos presentes en la reunión.
La respuesta fue contundente: todo lo que firme tiene que pasar antes por el filtro interno y nada de propuestas abiertas, máxime cuando el presidente de Viajes Marsans ha sido cuestionado fuertemente, hasta el punto de que podría formalizar su dimisión el próximo 16 de junio, fecha de la Junta General de CEOE.
Amenaza del Ejecutivo
El ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, reconoció que hay "señales positivas" en las negociaciones entre sindicatos y empresarios para la reforma laboral y confía en que las dificultades que todavía persisten puedan solventarse antes de fin de mes. En todo caso, el ministro señaló que, de no haber consenso, "el Gobierno adoptará las medidas que considere oportunas en el momento que considere oportuno".
La vicepresidenta segunda del Gobierno,
Elena Salgado, ha abogado por dejar que transcurra el plazo dado a la patronal y a los sindicatos para acordar la reforma laboral antes de "decidir qué hacemos después" y ha recordado que el presidente del Gobierno ha sido muy claro al decir que tiene el objetivo "firme" de cerrar un acuerdo antes de que acabe este mes.