Uruguay no perdonó a los aztecas 1-0

Francia comenzó de buenas maneras el partido ante Sudáfrica. Habían llegado con peligro los franceses en par de oportunidades a la portería de Josephs. Pero todo cambió para el equipo galo en el min 19, cuando llegó el gol de cabeza de Khumalo. Si Francia entró con el cuerpo desnudo a este partido, el gol simplemente fue el momento en el cual comenzaban a desgarrarle la piel.

El orgullo estaba puesto en juego, el pase a los octavos como que era algo menos relevante, ya la vergüenza era un veneno que corría por la sangre de los franceses con una dosis de rabia.

Como si fuese una película de suspenso, un guión preparado por los más fatalistas, para aquellos que esperaban la debacle francesa en este juego; llegaría el segundo gol de los sudafricanos al min 36, por intermedio de Mphela, tras un error garrafal de la defensa gala. Y aún quedaba más de la mitad del partido.

En paralelo, México y Uruguay se mantenían igualados a cero goles. Hasta que Suárez en el min 42 puso adelante a los celestes. Un gol más de los sudafricanos y otro de los uruguayos, sin olvidar lo que sería la tragedia francesa, dejaría fuera a mexicanos y galos. Toda una novela para cerrar el grupo.

Segundo tiempo de infarto

El equipo mexicano salió al campo con nuevos bríos a pesar de ir perdiendo 1-0, con la confianza necesaria para darle la vuelta al partido. En contraparte, los franceses se disponían a evitar que le dejaran la cara aún más roja con el 2-0 parcial, un color que seguramente se iba a mantener hasta mucho después de su llegada a los Campos Elíseos.

Los primeros minutos de ambos encuentros transcurrían en un ir y venir de ambos equipos, momentos de peligro para los mexicanos que buscaban mantener a raya a sus rivales a pesar de las claras jugadas de gol.

Nada se movió hasta el min 72, en el cual los galos lograron marcar su primer gol del evento. Ribery le dio un pase de oro a Malouda, quien marcó sin enemigos.

El juego entre México y Uruguay comenzaba a ponerse tenso en paralelo, pues los mexicanos no podían confiarse del resultado momentáneo, por lo cual buscaban los aztecas al menos igualar el encuentro. Los celestes tampoco querían dejar nada echado al azar.

Sudáfrica ligaba un gol en Rustenburgo, con lo cual le bastarían tan sólo dos en Johannesburgo para tumbar a los aztecas y pasar a octavos. Pero nunca llegó el sueño.

Ambos partidos se mantuvieron con el mismo marcador hasta el final. Uruguay y México pasando a octavos de final con el 1-0, mientras la anfitriona Sudáfrica, por primera vez en la historia de los mundiales, se quedaba fuera con la victoria 2-1.

Francia, que en la figura de su técnico Domenech, cerraría el capítulo más doloroso de la selección gala. Cuando todos creían que los jugadores harían algo atípico al finalizar el encuentro, fue el mismo técnico quien tuvo un impasse con el brasileño Parreira. A esta hora, el cabezazo de Zidane debe estar bien olvidado.