El presidente del Gobierno también llenó por la tarde el recinto al que acudía para hacer un mitin de campaña. Cierto es que por la mañana, en el acto de los socialistas vascos en Vitoria, la antigua sede de la azucarera, era fácil lograrlo. Pero, por la tarde, en Santander, en el masivo mitin de sus compañeros cántabros, repitió y con más mérito.
El Palacio de Festivales de Santander, recibía a
ZP en su sala principal, la sala Argenta, con un aforo máximo de 1.700 personas. Nuestras fuentes, incluido nuestro corresponsal en la ciudad, contabilizaron un total de 3.200 en el recinto.
Tanto éxito tuvo ZP que la organización tuvo que habilitar una sala secundaria con una pantalla gigante para seguir las intervenciones tanto del presidente, como de la candidata al gobierno regional,
Lola Gorostiaga, y el candidato a alcalde de la capital. Y no fue eso suficiente, ya que un cuantioso número de asistentes tuvo que seguir el mitin arremolinados en los pasillos.
La estatua de Franco y las anchoas
Durante la intervención del presidente, se produjo una anécdota a costa de la estatua ecuestre de Franco situada en la Plaza del Ayuntamiento de Santander. "Viendo esta España y esta Cantabria moderna, cómo es posible que a la derecha de este país le moleste que se retire un símbolo de la dictadura", aludió Zapatero. El público le respondió coreando: "Que se baje el burro del caballo".
El presidente no ocultó en este mitin que le gustaba "esta tierra". "Sobre todo, las anchoas", apostilló. Se da la circunstancia de que el presidente de Cantabria, el regionalista Miguel Angel Revilla, con quien el PSOE está coaligado en esta comunidad autónoma, acostumbra a llevarle latas de esta conserva cada vez que va a visitarle a La Moncloa. A Zapatero, que le interrumpieron constantemente, le gritaron desde "guapo" hasta, sobre todo, "estás de toma, pan y moja".