El juego es fundamental para la vida del niño y desempeña un papel vital en su desarrollo físico, social y psicológico, impulsando habilidades sociales, imaginación y creatividad. Pero debemos tener especial cuidado a la hora de adquirir un juguete: la edad y las preferencias del niño, examinar en el etiquetado la marca, fabricante e instrucciones así como el marcado CE, que certifica la seguridad del juguete.
Los juguetes son caros, pero también es cierto que las empresas investigan, diseñan, crean, adoptan medidas de seguridad y pagan licencias. Y esto no es barato. Como consumidores buscamos buenos precios, pero tampco debemos dejarnos engañar por diferencias de precio excesivas en productos aparentemente iguales, ya que podría tratarse de una falsificación o copia parásito (imitaciones) y la empresa que no tiene reparos en falsificar un juguete tampoco los tendrá para incumplir las normas de seguridad. En distintas ocasiones los medios de comunicación se han hecho eco de los riesgos que comportan ciertos juguetes. Ahora, gracias a un estudio promovido por la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes (AEFJ), nos hacemos eco de la "peligrosidad" de ciertos padres
El mencionado estudio destaca que cuatro de cada diez padres no leen el etiquetado de los juguetes ni las advertencias del fabricante. La mitad de los consumidores que leen la etiqueta no entiende el significado de los símbolos: confunde las prohibiciones con la edad recomendada, no comprenden el motivo de las advertencias o no conocen el significado del marcado CE. Asimismo, el 41% de los compradores cree erróneamente que no comporta ningún peligro hacer ciertas modificaciones en el juguete, como alargar la cuerda, no cerrar el compartimento de las pilas o quitar las piezas.
Por todo ello desde aquí quiero recomendar a mis lectores que se asesoren en portales como
www.niñoseguro.es, www.ludomecum.com, No olvidemos que la seguridad de los juguetes equivale a la seguridad de los niños.
Si (
No(
