La gestión de los aeropuertos ha sido otra de las cuestiones que han suscitado el interés de nuestros lectores. Bel opina que el modelo deben ser "aeropuertos gestionados individualmente con preeminencia de las administraciones territoriales (no necesariamente regionales) y, en última instancia, y donde se crea conveniente, con gestión pública y privada combinadas". Precisamente, en este aspecto y por lo que se refiere a Cataluña, Germà Bel ha defendido que queda un "espíritu IESE" -en referencia a un encuentro de los agentes sociales catalanes en la sede del citado centro de estudios para reivindicar el derecho a decidir de Cataluña sobre el Aeropuerto del Prat-. El encuentro "generó espíritu y potencia. La potencia se dilapidó en un proceso negociador mal llevado cuyo contenido era muy alejado del espíritu de IESE. El espíritu pervive, ha dejado instalados a la gestión de infraestructuras en Cataluña, y especialmente en los aeropuertos, en un lugar más alto de la agenda pública más alto del que habían ocupado nunca".
En relación a su reciente libro España, capital París. Origen y apoteosis del Estado radial: del Madrid sede cortesana a la capital total (Ed. Destino) -que se presenta este martes, a las 19 horas en la Casa del Llibre-, Germà Bel ha aclarado algunos aspectos del título. Así, ha explicado que existe "la idea de que desde el siglo XVIII se desarrolla en España un proyecto de hacer un país como Francia con una capital
como París, proyecto que ha gozado tradicionalmente de un gran apoyo de las élites españolas y también de la mayoría de la población". Por otra parte, "me refiero -ha explicado- a la idea de que para muchos españoles Madrid ya ha llegado a ocupar en España una posición similar a la que tiene París en el marco mental de los ciudadanos franceses: el modo de conexión con el mundo y el ancla de la organización estatal y nacional. En este sentido, mi conclusión es que efectivamente Madrid se ha convertido en el París de España... Aunque España no es (al menos todavía) como Francia".
Más allá, Germà Bel cree que tanto Cataluña como España gozan de un buen nivel de infraestructuras, pero ahora "debemos darnos cuenta definitivamente de que se ha acabado la década maravillosa" y también " entender que donde es necesario priorizar las reformas en el futuro es en las cuestiones de gestión"
Por otra parte, el catedrático de Economía Aplicada ha defendido el AVE Madrid-Sevilla, en su día muy polémico, porque en el contexto en que se impulsó tenía su razón de existir. "Era el eje con una densidad de circulación en tren más alta", ha definido, al tiempo que ha expresado su crítica por haber optado "por un ancho diferente en una vía que no conectaba con Francia", y también por haber "introducido la muy alta velocidad exclusivamente para pasajeros".