La seguridad del transporte público en Madrid pasa por centralizar el sistema de control en un gran cerebro que se ubica en la estación de Metro de Moncloa y que se ampliará en el futuro. Este viernes la Consejera de Transportes e Infraestructuras, Elvira Rodríguez, ha visitado las nuevas instalaciones, que por el momento dan servicio a los dos nuevos intercambiadores que ya han abierto sus puertas, Plaza Elíptica y Príncipe Pío, así como a la línea de Metro Ligero de Sanchinarro.
El siguiente paso según ha explicado la consejera será que el centro de control vele por la seguridad de los dos intercambiadores que aún permanecen en obras: el de Moncloa y el de Plaza de Castilla. Asimismo, controlará a corto plazo las líneas de Metro Ligero a Boadilla del Monte y Pozuelo, así como la línea del tranvía de Parla.
Las instalaciones que ha visitado la Consejera de Transportes se ampliarán en 1.000 metros cuadrados en una segunda fase para acoger un centro de control que también supervise todas las líneas de Metro convencional. Una tarea que el centro de Moncloa compartirá con el de Alto del Arenal. "En las instalaciones de Alto del Arenal se están duplicando los sistemas", ha dicho la Consejera, "la idea es ir hacia un gran centro de control del tráfico del transporte público".
"Este gran centro nos permitirá seguir en tiempo real indicencias del tráfico o de los pasejeros", ha explicado Elvira Rodríguez, "el objetivo es dar más seguridad a os usuarios", ha añadido. Asimismo, ha explicado que el intercambiador de Plaza de Castilla está "muy avanzado" y que podría abrir al público en el mes de julio. El de Moncloa que fue el último en ponerse en marcha, podría estar listo para finales de octubre. Por otra parte se ha referido a las obras de la estación de Marqués de Vadillo y ha recordado que la avería fue "muy fuerte" y ha explicado que se está trabajando en la reparación del colector y que las obras podrían estar finalizadas en el plazo de 10 días.