Montilla, el impresentable del año

Cuando está a punto de finalizar este 2010, llega la hora de dilucidar quién ha sido el personaje político más impresentable del año. Son muchos los que han hecho méritos para ello, desde el presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán por sus múltiple meteduras de pata, a los líderes sindicales de CC.OO. y UGT, Francisco Carbonero y Manuel Pastrana, por el estrepitoso fracaso de la Huelga general de octubre, pasando por algún otro "personajillo" como el dimitido vicesecretario general del PSOE-A, Rafael Velasco, o el todavía portavoz del Grupo Socialista en la Cámara andaluza, Mario Jiménez cuya verborrea sectaria inunda las salas de las Cinco Llagas. Con ellos han competido, a veces duramente, el ex vicepresidente de la Junta y actual secretario de Estado de Cooperación Territorial, Gaspar Zarrías, y algún que otro diputado de la oposición militante en el PP o IU-CA. Pero entre todos, hemos decidido que el "impresentale" del año para Andalucía Crítica sea un andaluz en la diáspora, el ex president de la Generalitat de Cataluña, José Montilla, quien ha unido en su persona uno de los fracasos electorales más estrepitosos y ha marcado el rumbo que parece que va a seguir la política española en los próximos comicios municipales, generales y autonómicos. Montilla, un cordobés de Iznájar emigrado a la Ciudad Condal, encarna en su persona el ascenso y la caída de algunos políticos que ponen su ideología por delante de los obligados intereses del pueblo al que deben servir.