Es impresentable, son impresentables, las declaraciones de José Luis Mendoza, el dueño de la UCAM a estas alturas, sospechando que los atentados del 11-M pudiera ser obra del PSOE, la ETA y los servicios secretos marroquíes trabajando en connivencia. Mezquindad sobre mezquindad y en palabras de un hombre que presume ser un hombre de iglesia, hasta el extremo que es el dueño de una universidad católica, porque así lo considera la Iglesia.
Mendoza, muy dado a ir repartiendo acusaciones de masonería (como si eso fuera un insulto) más le valdría que explicara otras cosas, de las que demandaremos cumplidas 'cuentas'.