En un artículo de su página personal, Aído resalta que, tras la presentación del texto del Ejecutivo, la respuesta por parte de esta "Tea Party" española no se hizo esperar: "Es una cortina de humo", "el gobierno quiere meterse en nuestras vidas", "dentro de poco nos van a decir que hacer en nuestro dormitorio con nuestra pareja", escribe.
Así, destaca que "hay quienes siempre encuentran" una buena ocasión para arremeter contra las políticas de Igualdad, pero indica que, frente a ellos, hay una mayoría de la sociedad que no comparte que haya personas que puedan ser humilladas y discriminadas por su ideología, por su edad, por tener una discapacidad, por pertenecer a una determinada etnia o por su orientación sexual.
"Una mayoría que no entiende como el hecho de discriminar en una sociedad como la nuestra puede salir gratis, como sucede en la actualidad", puntualiza la ex ministra de Igualdad.
En esta línea, apunta que esta futura normativa es "una ley de garantías" cuyo principal objetivo no es crear nuevos derechos, sino garantizar aquellos "ya reconocidos en el ordenamiento jurídico español".
Derechos pisoteados
En este sentido, detalla que son "muchas las personas" que ven "pisoteados sus derechos" por ser seropositivas, por haber tenido cáncer, por ser viejas, por ser gitanas, por profesar una determinada religión, por ser sordas, por ser homosexuales, por ser gordas o por tener determinada ideología.
"Cualquiera puede sufrir discriminación en algún momento de su vida y encontrarse en situación de indefensión, sin saber a quien acudir o como actuar. Por eso necesitamos una ley como ésta", recalca, al tiempo que manifiesta su deseo porque este texto obtenga "una amplia participación por parte de la sociedad".