Adelantándose de nuevo al Partido Popular, que sigue tomándose la cosa con mucha calma, el PSOE cerraba el pasado fin de semana sus candidaturas a las próximas elecciones autonómicas, en las que solo repiten una tercera parte de los 33 procuradores que todavía ocupan escaño en el mausoleo de Villa del Prado. Atendiendo a ese dato, así como al cambio de en las cabeceras de cartel de las nueve provincias, no puede negarse el alto grado de renovación que registran dichas listas.
Pero también es innegable que no es oro todo lo que reluce y que ese impulso “renovador” ha sido seriamente descafeinado con la repesca para puestos de salida de cinco antiguos procuradores, varios de los cuales (concretamente José Francisco Martín, Julián Simón de la Torre y Ana Sánchez, estos dos últimos de momento también senadores) va a formar parte sin ninguna duda del núcleo duro del próximo grupo parlamentario.
Hay que aclarar además que no todos los “caidos” de las listas se van para casa. Los hay que encontrarán recolocación en instituciones como el Consejo Consultivo y el Consejo de Cuentas, cuya renovación se ha pospuesto durante mas de dos años precisamente para poder utilizar esos puestos como comodínes para compensar (?) a algunas “vacas sagradas”. En el PSOE parece que será el caso de Emilio Melero, quién ha cobrado ventaja sobre Pascual Felipe Fernández en la carrera por entrar en el Consejo de Cuentas.
Paralelamente, la composición final de las listas municipales ha desatado mas tensiones de las previstas en algunas capitales, especialmente en Zamora, donde el candidato a la alcaldía, Manuel Fuentes, ha llegado a amenazar con retirarse de la carrera. Las viejas disputas entre las familias del PSOE zamorano han aflorado de forma abrupta, reabriendo las heridas del pasado congreso provincial, en el que Carlos Hernández (anterior candidato a la alcaldía y ahora numero uno a las Cortes) derrotó por apretadísimo margen a Ana Sánchez (ahora numero de esa misma lista y coordinadora de la campaña autonómica).
También ha habido sus mas y sus menos en Segovia, donde la ocurrencia de incorporar al independiente Javier Giráldez a la lista encabezada por Pedro Arahuetes ha levantado ampollas en un amplio sector del partido, que entiende, a mi juicio no sin razón, que dicho fichaje resta mas que suma. En previsión de que ese malestar pusiera en peligro el invento, la candidatura ha sido aprobada por el comité provincial del partido sin someterse previamente a la preceptiva asamblea de la agrupación local. La amenaza de impugnar la lista por parte del viceportavoz socialista en la Diputación, Miguel Ángel Palacios, fue contestada por el secretario provincial, Juan Luis Gordo, con toda una lección de “talante”: “Son solo ganas de hacer daño por parte de una persona que está resentida”. Se confirma que la pelea de las listas provoca la caida de mas de una careta.
Pero para pollo el que ha montado en el PP el todavía procurador por Soria José Antonio de Miguel, quién ha anunciado su abandono del partido para presentarse a la alcaldía de Almazán encabezando otra lista alternativa. El motivo es que la dirección provincial del PP ha prescindido de él -perdedor en 2007- para apostar por otro candidato.
El asunto no es baladí, ya que De Miguel ha sido hasta el pasado congreso del PP soriano el secretario provincial del partido y uno de los pocos fieles -otro es el delegado territorial de la Junta, Carlos de la Casa- que le quedaban a la vicepresidenta primera de la Junta, María Jesús Ruíz, abiertamente enfrentada a la dirección (el tándem Mar Angulo-Antonio Pardo) elegida en dicho congreso. Ya advertimos hace tiempo que el PP tampoco iba a estar a salvo de las tensiones internas inherentes a las listas electorales. La advertencia es sobradamente conocida: “Al suelo, que vienen los nuestros”.
(En las fotografías, Emilio Melero y José Antonio de Miguel)