lunes 04 de abril de 2011, 22:13h
Mariano García acaba de ser investido recientemente Caballero del Vino, en Londres. Y quien haya visto los periódicos de los últimos días habrá podido observar a un hombre con aspecto de “Lord”, con su vestimenta señorial pajarita incluida, gorro propio de la Universidad de Cambridge, título y medalla acreditativos en mano.
Al igual que Paul McCartney, Norman Foster o David Beckham, Mariano García bien podría nombrado Sir en el Reino Unido, título con el que la Reina de Inglaterra distingue a aquellas personas que han descollado en el mundo de los saberes sea la música, la arquitectura o el futbol.
Mariano es un sabio en el mundo vitivinícola. Contribuyó como pocos a engrandecer los vinos de Vega Sicilia, suya es la criatura Alión; y qué decir de los vinos que produce en compañía de sus hijos Alberto y Eduardo. Desde Mauro a Aalto, pasando por San Román. Ciertamente, son placeres en la mesa.
Mariano García representa la aristocracia del vino. Cuidadoso en las formas, exquisito en los modales, buen conversador. Un almuerzo con él es una clase de enología. Un día me explicó que para comer había que probar tres vinos diferentes y si era posible de países distintos. La cata me pareció muy ilustrativa, pero le contesté mirando al bolsillo.
Que el vino es cosa de reyes lo comprobamos hace unos días viendo al Rey Juan Carlos inaugurar el Consejo Regulador de la Denominación de Origen de la Ribera del Duero en Roa; y luego almorzando en la bodega de los Hermanos Pérez Pascuas, en Viña Pedrosa, donde también saben hacer grandes vinos.
Los reyes, los aristócratas, los embajadores gustan de beber buen vino, porque es una de los mayores disfrutes de la vida. Y las gentes que como Mariano García lo saben hacer tienen el reconocimiento que se merecen por las clases altas de la sociedad. Los que estamos en la clase media también lo reconocemos, sobre todo cuando nos invitan, porque no siempre podemos pagar lo que vale un gran vino.
Para los que le conocemos, a partir de ahora le llamaremos Sir Mariano, a ver si el Príncipe Charles, si es que algún día reina, se acuerda de él para otorgarle formalmente el título, ahora que en la Casa de Windsor van a beber sus vinos tras recibir el galardón en los Wine Awards 2011.
José Luis Guerrero.