Averiguan sobre una supuesta corrupción de jefes de la Policía
martes 05 de abril de 2011, 18:21h
El Gobierno de Ecuador anunció una investigación sobre los supuestos actos de corrupción imputados a ex jefes policiales, desvelados en cables filtrados por Wikileaks, aparecidos en el diario español El País y que han salpicado al presidente ecuatoriano, Rafael Correa.
Además, califica de "maliciosa y temeraria" la afirmación de que Correa conocía de dichos actos de corrupción y que por ello había designado como comandante de la Policía a un oficial imputado en el cable diplomático supuestamente filtrado por Wikileaks.
En un comunicado difundido por la Secretaría de Comunicación de la Presidencia, el Ejecutivo ecuatoriano expresa "su profunda indignación ante las especulaciones aparecidas en el citado cable".
La afirmación de que Correa conocía el supuesto comportamiento delictivo del oficial, "además de ser inaceptable, es maliciosa y temeraria, por lo que esperamos que el Gobierno de los Estados Unidos de América rinda las correspondientes satisfacciones, sin perjuicio de las acciones diplomáticas" que Ecuador "considere necesarias", añade la nota.
Asimismo, asegura que "la lucha contra la corrupción en ciertas estructuras policiales emprendida por el Gobierno del Ecuador fue una de las causas que motivaron el intento de golpe de Estado del pasado 30 de septiembre", cuando un grupo de oficiales protagonizó una violenta insurrección.
Por ello, añade el texto del Gobierno, "la afirmación contenida en el cable de la Embajada (de EE.UU.), además de estar reñida con la verdad, demuestra una clara intención de afectar negativamente el prestigio del país".
También se refiere a una referencia del cable, en el sentido de que la Embajada de EE.UU. tendría acceso a "informes internos de la Policía" ecuatoriana, lo cual, desde el punto de vista del Gobierno, precisa "una explicación" de Washington, "en la medida que ese hecho supone una injerencia en asuntos internos del Ecuador".
Por su parte, el ministro de Justicia, José Serrano, en declaraciones a la emisora radio "Armónica" dijo que el Gobierno, en primer lugar, deberá "hacer los requerimientos suficientes", a nivel diplomático, para determinar la autenticidad de la publicación del diario El País.
Esto permitirá "determinar que esta información haya salido de la actual embajadora de Estados Unidos", Heather Hodges, añadió Serrano, que rechazó que en la información del diario español, reproducida por otros medios nacionales, se diga que Correa sabía de la supuesta corrupción de los ex jefes policiales.
"Habrá que ver si esa información proviene de la embajadora" estadounidense y si esto podría ser considerado como una "intromisión en la soberanía de nuestro país", acotó Serrano.
Sin embargo, señaló que, independientemente de las investigaciones y gestiones, Ecuador rechaza "esta campaña permanente de hostigamiento de ciertos medios de comunicación (...) que lo único que lo que pretenden es hacer daño a un proceso de transformación" no sólo en el país andino, "sino en Latinoamérica".
"Hay hechos que demuestran" que el Gobierno ecuatoriano, más bien, ha emprendido un proceso de depuración y reestructuración de la Policía, donde existen pocos "malos elementos", dijo.
Según el supuesto cable diplomático filtrado por Wikileaks, "la corrupción es generalizada en las filas de la Policía" ecuatoriana.
Además, señala que el ex comandante de la institución Jaime Hurtado Vaca, quien dimitió a ese cargo en mayo de 2009, supuestamente "utilizó su poder como la máxima autoridad del cuerpo para extorsionar", acumular dinero, facilitar el tráfico de personas y proteger a otros agentes involucrados en corrupción.
Durante su periodo como comandante se creó la Unidad de Lucha contra el Crimen Organizado (ULCO), en reemplazo de la Unidad de Investigaciones Especiales (UIES), financiada por la Embajada de EE.UU. y cuestionada por su íntima relación con la Central de Inteligencia del país norteamericano (CIA).