jueves 21 de abril de 2011, 15:38h
En mi primer artículo “Terremoto y Tsunami en Japón”, diariocritico.com 15-03-11, hace más de un mes, escribía textualmente en las primeras líneas: “Quiero unirme al dolor del pueblo japonés, al verse sorprendido a las 5 de la madrugada del viernes 11 de marzo 2011, por un Desastres Natural. Acabo de llamar a la Sra. Masaco Ishibashi, Vicepresidenta del Club Internacional de Prensa de Madrid, para asociarme a su dolor...
Hoy estoy anonadado. He recibido esta dolorosa carta de Masako Ishibashi, (15-04-2011), dice así:
Compañero Fernando
Esta carta estará colgada mañana en la Web de nuestra Escuela.
www.ikebana-enshuspain.com
Ante la catástrofe natural tan tremenda que ha sufrido mi país, he recibido
muchísimos mails, SMS, y llamadas de ustedes, ofreciendo ayuda. Quiero
transmitirles mi agradecimiento por sus muestras de solidaridad. Estos días he estado pensado en qué puedo hacer para ayudar a los damnificados.
He colaborado con la campaña de las 1000 grullas, he participado en programas de radio y TV pero sé que no es suficiente. Veo y leo todos los días, a través de la TV y periódicos japoneses, cómo viven los damnificados que lo han perdido todo, familia, casa, trabajo, y sufren más de 700 réplicas de terremotos fuertes.
Están en refugios en unas condiciones muy duras, hay muchos huérfanos y su número aumentará cada día más. Aunque Japón no tiene recursos naturales, sí cuenta con un gran valor, su pueblo. La fuerza de voluntad del pueblo japonés hará que salga de ésta "Juntos Trabajando", pero mientras tanto y en este momento necesita nuestra solidaridad.
Hay que hacer algo: si cada uno aportamos nuestro granito de arena juntos
lograremos que hagan una montaña. En la reunión de la junta directiva de la Escuela se decidió recaudar fondos, con el nombre de la campaña "Juntos Trabajando". Quien quiera colaborar puede encontrar los detalles para hacerlo en la sección dedicada a esta campaña en esta Web. http://www.ikebana-enshuspain.com; Cuenta en Banco Santander: 0049 0151 54 2290317708. La recaudación irá a la Cruz Roja. Japón ha organizado bien la distribución de las ayudas extranjeras y nuestra contribución no será en vano. Este es nuestro granito de arena. Masako Ishibashi. Escuela Enshu de Ikebana España
Cuando un Desastre Natural provoca tres catástrofes todas de gran magnitud: la de los terremotos, la del tsunami y la contaminación nuclear, que requieren amplias ayudas internacionales, el Estado que lo sufre, Japón, queda ampliamente desbordado. Si la situación económica de los 192 Estados Miembros de Naciones Unidas, es tan dura como la actual provocada por la crisis, la capacidad de la ayuda que Japón ha solicitado se ve dolorosamente disminuida.
Masako Ishibashi, nos pide en su carta ayuda a personas damnificadas, que sufren duramente en estos momentos, psíquica y físicamente, por la pérdida de sus seres queridos, de sus bienes y por las actuales circunstancias que tienen para continuar viviendo.
No podemos hacer oídos sordos a la petición de Masako. Debemos enviarle ayuda como muestra de solidaridad a nivel personal de los españoles.
Lógicamente, existe la importante ayuda colectiva de los Estados ante el vertido nuclear contaminante. Japón pidió ayuda a Europa, (no a cada uno de sus 27 Estados Miembros) y a otros países del Mundo. La Unión Europea ha respondido a esta petición de ayuda humanitaria y de protección civil. El Mecanismo Europeo de Financiación de la Protección Civil, presta ayuda en especie y financiera.
La Comisaria Europea, Kristalina Georgieva, de Cooperación Internacional, Ayuda Humanitaria y Respuesta a la Crisis, fue la primera política internacional que visitó Japón para coordinar la ayuda.
El primer ministro japonés Naoto Kan ha pronunciado un discurso de agradecimiento a los 130 países, 400 ONGs y personas que les ayudan. También contiene un mensaje esperanzador en el que anuncia cómo será la recuperación, el futuro renacer de Japón en base a tres pilares: “Crear una sociedad capaz de resistir a las catástrofes naturales”, “crear una sociedad capaz de vivir en armonía con el medio natural” y construir una sociedad amable y respetuosa con las personas y con los más débiles”. Destinaré todos los esfuerzos para poder mostrar desde este de Japón al resto del mundo el más avanzado de los sistemas sociales. (…)
También en esta ocasión, sin ninguna duda, lograremos vencer esta crisis nacional. Resurgiremos, renaceremos e iremos creando un nuevo país.
El gran problema de fondo que nos está dejando la central de Fukushima, es la dificultad de evitar los vertidos contaminantes, como hace 25 años sucedió con Chernóbil. Afortunadamente ahora los efectos son mucho menores. Según anunció la Organización Internacional de la Energía Atómica (OIEA) el 19 de abril 2011, la radiación desprendida ahora en Japón representa solo el 7% de la emitida en Chernóbil. La zona de exclusión obligatoria ha aumentado de 20 a 30 kms. de Fukushima.
El pasado lunes 18 de abril se reunieron en Kiev, bajo el patrocinio del Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD), 40 Estados en una Conferencia Internacional, con la finalidad de lograr una protección contra las radiaciones de las dos centrales de Chernóbil y Fukushima. La suma de los dos proyectos son de 1.755 millones de euros. Para el proyecto de Chernóbil se han logrado solo 550 millones de los 740 prometidos. El BERD tiene esperanzas de poder llegar al total, pero requerirá tiempo y los efectos dañinos nucleares los sentirá la Humanidad durante años.
El primer ministro Naoto Kan ha expresado públicamente la obligación de hacer frente al accidente nuclear con estas tres prioridades: garantizar la salud y seguridad de las personas; la correcta gestión de los riesgos; estar preparados para poder hacer frente a todas las situaciones previsibles.
La asignatura pendiente de las Naciones Unidas es que debemos mejorar la organización existente. Prepararnos análogamente ahora como lo hicimos con las Fuerzas de Emergencia de Naciones Unidas (FENU) desde 1956, que por su labor especializada y eficaz en Operaciones de Paz y Ayuda Humanitaria, han sido empleadas como “Cascos Azules” en los grandes conflictos del momento: Afganistán y Libia.
Ante los Desastres Naturales la solución de Naciones Unidas es crear el Organismo análogo; que los Ejércitos tengan la preparación adecuada de “Cascos Verdes” y que la Asamblea General de Naciones Unidas proclame la más alta legislación: “Declaración Universal del Comportamiento Humano ante el Planeta Tierra”. Mientras esto suceda, los nuevos Desastres Naturales, volverán a sorprendernos, en cualquier parte del mundo donde se produzcan, y no sabremos como disminuir, de manera afectiva y rápida, los daños que nos causan.
Madrid, 21 de Abril de 2011
Fernando De Salas López
Doctor en Ciencias de la Información
Miembro del Club Internacional de Prensa de Madrid (CIP)