Unas vacaciones estivales diferentes
martes 02 de agosto de 2011, 13:48h
Se suceden los días de las vacaciones de agosto pero no se tranquilizan los mercados, ni siquiera con la noticia del acuerdo, en el último momento, entre demócratas y republicanos estadounidenses para reducir la deuda nacional. Hay acuerdo en el Capitolio, pero la prima de riesgo y los especuladores se ceban con la deuda española e italiana, que en las últimas tres semanas "caminan juntas" en su ascenso hacia el calvario del precio del bono alemán. ¿Quién dijo que superar los 300 puntos de diferencia significaría, automáticamente, la necesidad de rescate para la economía española? Pues ya hemos superado los cuatrocientos, y ya pocas cosas nos sorprenden... Está visto que la especulación de los mercados no descansa ni siquiera en agosto, ni cuando todo parecía que iba a producirse una pausa y un alivio. En la política, tampoco hay pausa ni alivio de ninguna especie.
Zapatero viajó a Palma de Mallorca para una visita que tradicionalmente se produce cada verano para dar cuenta al Jefe del Estado de las más recientes novedades, de las que el Rey suele estar "al cabo de la calle": las conoce siempre el primero y de primera mano, como sucedió con la fecha electoral decidida por Rodríguez Zapatero. Pero algunos medios prefieren centrarse en el hecho de que Zapatero no hizo mención de las pretensiones del candidato Rubalcaba de ser "el líder del PSOE", sin la previa celebración del correspondiente congreso del partido que deberá designar al sucesor de Zapatefro en la cabecera del partido socialista. Algún analista, incluso, no pierde la ocasión para analizar las relaciones personales de Zapatero con el Rey, y sostiene que no han sido "de las mejores".
Debiera recordarse que posiblemente el encontronazo más severo, en esas altísimas instancias, posiblemente fue el que se produjo entre don Juan Carlos y Aznar, entre quienes no hubo, precisamente, buena química. La hubo entre el Rey y Suárez, pero también hubo un tuiempo de severísimas discrepancias. Hasta el punto de que el jefe del Gobierno dimitió de su cargo, según explicó, porque hab ía perdido la confianza del Jefe del Estado. Con Felipe González fue extraordinariamente fructífera la relación..., como también lo ha sido con Zapatero, dígase lo que se diga. De otro lado, es muy considerable y digna de felicitación la mejoría que se ha producido en el andar del Rey tras su operación de rodilla.
Por lo demás, empiezan a comprobarse "las ausencias" de la clase política, ya en sus puestos de vacaciones. Quedan en sus despachos los encargados de las correspondientes campañas electorales de los candidatos, disponiéndolo todo para el regreso general, en septiembre, porque esta vez el Parlamsnto deberá dejar resueltas algunas cuestiones pendientes. De manera que en septiembre habrá una cierta simultaneidad: actividad política corriente, de una parte, y precampaña electoral, de otro lado, tratando de garantizar o bien la victoria electoral o bien una cierta consecución de un número de parlamentarios que impidan hablar de barrida extinción y derribo...