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El lunes que pudo ser negro

El lunes que pudo ser negro

lunes 08 de agosto de 2011, 14:36h
Dos noticias habían alterado el funcionamiento de los mercados financieros a lo largo de la primera semana del mes de agosto de 2011. La primera, la calificación de la deuda de los Estados Unidos rebajada por la agencia Standard & Poor's que rebaajba en un punto la deuda de los Estados Unidos- de tres AAA a AA+- rebaja justificada en el deterioro de la posición fiscal de los Estados Unidos y en la falta de consenso politico de Washington sobre el aumento del techo de la deuda. Esta noticia preocupaba al mundo entero y singularmente a China que exigía a los Estados Unidos corregir su estructura financiera bajo el argumento de que los buenos días de antaño en que América podía endeudarse cuánto quisiera habían terminado y sugiriendo incluso una supervisión internacional sobre la situación del dólar. Esta noticia concluiría con una importante caída de las grandes bolsas asiáticas de Tokio, Seúl y Sídney, y una huida del dinero del dólar y el euro hacia el oro y el yen japonés. El oro, valor refugio por excelencia, alcanzaba un nuevo récord, de 1700 $ la onza. La otra noticia estaba provocada por una desafortunada rueda de prensa del Presidente del Banco Central Europeo que el jueves 4 agosto provocaría una tormenta en los mercados financieros al no garantizar suficientemente la compra masiva de la deuda pública de las economías más frágiles dando a entender que lo que principalmente le preocupaba era el control de la inflación. Para entonces el Banco Central ya había realizado compras de bonos por importe de 77.000 millones de euros pero sólo de los países rescatados: Portugal, Irlanda y Grecia, y llevaba 19 semanas sin ninguna intervención. Ha de recordarse que dentro de las presiones de los mercados financieros el 21 julio hubo de actuar una Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la zona euro y acordó con el visto bueno de Alemania y Francia dar a su fondo de rescate - 440.000 millones de euros- la facultad de comprar bonos en el mercado secundario y ayudar al rescate de los bancos. Pero esta medida que tiene que ratificarse por los parlamentos nacionales en septiembre de 2011 no logró apaciguar las tensiones de los mercados financieros. El domingo 7 de agosto y ante el cataclismo provocado por la actuación anterior de su Presidente que suponía una falta de compromiso, el BCE informaría que se iba implementar activamente su programa de compra de deuda pública incluyendo los bonos de España e Italia. Se supone que según los expertos, ello provocaría un inmediato estrechamiento de los diferenciales de la prima de riesgo que bajaría sustancialmente entre los 100 y los 150 puntos básicos. Se trataba por tanto de evitar que ésta fuera una semana negra o/y un lunes negro, tal como suponía la situación a la que se llegaba el viernes 5 abril en donde la prima de riesgo de España había alcanzado los 417,6 puntos básicos y la de Italia 373,6 y la rentabilidad de los títulos de bono español alcanzaba el 6,071 y en Italia el 6,189. La situación aun siendo netamente inferior a los 800 puntos básicos de Irlanda y a los 900 de Portugal era tremendamente grave porque Italia necesita una cobertura superior a los 230.000 millones de euros y según las mismas estimaciones España supera los 540.000 millones de euros. En pocas palabras, la prima de riesgo que es el diferencial del interés de la deuda de un país con respecto a Alemania suponía alcanzar un 4% más que Alemania al sumarse el tipo alemán más el diferencial. Lo que manifestaba que los inversores estaban llenos de dudas sobre la situación de un país y su capacidad para hacer frente a los pagos en un futuro. Estaba claro que los compradores de deuda soberana léase los fondos de inversión, las inversiones ligadas a los fondos de pensiones, los fondos soberanos de los países árabes y de China y otros castigaban esta situación pero quedaba la capacidad de actuación del Banco Central Europeo que al rectificar el domingo día 7 posibilitó una inmediata reducción de la presión colocándose en 5,507 la rentabilidad del bono español frente a las 6,271 del viernes reaccionando el IBEX-35 al alza y disparándose la bolsa 2,64 tras la relajación de la prima de riesgo. Pero ahí no quedan las cosas. Está claro que la posición española e italiana no convence. Independientemente de que es urgente una clarificación y un saneamiento de las cuentas públicas sobre la base del compromiso que la Unión Europea con Alemania y Francia al frente han recalcado sobre la estabilización de los mercados financieros España ha de proseguir sus reformas de modo urgente complementando las medidas y reformas en política fiscal y estructural. A eso se dedicará sobre todo el Consejo de Ministros del 19 agosto para lo que se esperan importantes medidas de ajuste, lo que tanto le ha costado al gobierno, y entre ellas se anuncia un incremento de pagos a cuenta del impuesto de sociedades para empresas de gran tamaño lo que permitirá unos ingresos adicionales de 2.500 millones de euros. Esto es pan para hoy porque las empresas pagarán más impuestos ahora en las entregas a cuenta pero el Estado les tendrá que devolver el dinero cuando liquiden el impuesto. Más importante que todo será la reforma del sistema laboral cuestión que ya hemos dicho alguna vez le costó la cabeza a la credibilidad del Presidente, porque estaba en los compromisos del Pacto sobre el Euro. Ahora gobernando al límite preocupa menos la rígida posición de los Sindicatos. No es menos importante la aclaración de las cuentas públicas autonómicas acelerando la regla de gasto a las Comunidades Autónomas, a las que se impone presentar información trimestral a la Contabilidad Nacional. Es muy duro para el sector farmacéutico el Decreto que reduce el gasto farmacéutico dispensando el más barato y reduciendo a su vez el 15% el precio de los productos que no tengan sustituto. La industria farmacéutica española sufrirá un grave varapalo, pero se espera lograr de este modo 2400 millones de euros. Probablemente se plantee ella la reforma de la Ley Concursal comenzarán con las privatizaciones de las que ya están anunciadas AENA y Lotería. No acabará la cosa con este Consejo de Ministros, ha de acelerarse el proceso iniciado de reconversión de las Cajas de Ahorro y reformarse el sistema financiero y sobre todo ha de hacerse una reforma de la estructura administrativa del Estado. Es cierto que con esto se gana tiempo a la crisis planteada de cuya larga duración nadie duda pero al menos parece que se va a detener la sangría de la destrucción de puestos de empleo y del deterioro causado por una enorme crisis, sin olvidar que estamos en un callejón sin salida si los fuertes ajustes y severos programas de austeridad que debilitan la actividad económica y consecuentemente frenan el crecimiento y aumentan el desempleo no se complementa con una actuación sólida que cambie esta dinámica y posibilite un desarrollo económico que logre ante todo eliminar la desconfianza de los mercados financieros y enfrentarse y eso también es un problema a la desconfianza de los ciudadanos cada vez más patente en la propia vida social.   Por Rogelio Pérez-Bustamante Catedrático Jean Monnet
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