miércoles 21 de septiembre de 2011, 22:13h
La mayoría de los alcaldes de las capitales de provincia de Castilla y León han agotado el período de cortesía que las leyes no escritas de la política dicen que hay que conceder a los gobiernos tras haber tomado posesión. Los cien días de rigor ya son historia, se abre la veda para exigir y ser exigido y los medios de comunicación comenzarán a realizar balances.
No ha habido grandes hazañas por parte de ninguno de los alcaldes, sin embargo el de Salamanca, Alfonso Fernández Mañueco, celebra estas fechas con un buen marrón: ha acampado en la Plaza Mayor de la ciudad el movimiento 15-M con el beneplácito del subdelegado del Gobierno, Jesús Málaga. El que fuera alcalde socialista de Salamanca les ha dado un permiso que ha blindado a los “indignados” contra cualquier normativa del Ayuntamiento.
Fernández Mañueco, se supone que con mando en plaza, no va a poder multar, siquiera, a estos “okupas” que pueden enchufar luz, ocupar espacio y poner sombrillas, actos que a ningún salmantino se le permite.
Mientras tanto, la ciudad mantiene su ritmo de eventos: solemne inauguración de la Universidad que, por cierto, se tuvo que adelantar tres fechas para que no coincidiera con la llegada a Salamanca de los Príncipes de Asturias que no tenían en su orden del día asistir al Paraninfo, sino a presidir los actos que la Cámara de Comercio ha organizado para celebrar sus 125 años de existencia. Y esto ocurrirá el día 23, con la Plaza Mayor llena de indignados, perroflautas y pelagatos.
Lo dicho, menudo marrón le ha caído a Alfonso Fernández Mañueco.