No sólo las leyes
jueves 23 de agosto de 2007, 13:38h
El Derecho es una de las cosas más importantes que ha inventado el hombre para regular la convivencia, el adecuado reparto entre derechos y obligaciones. La justicia es otra cosa, "dar a cada uno lo suyo" en la definición más clásica. Por eso, muchas veces la ley, por sí misma, no es suficiente o, dicho de otro modo, la ley puede ayudar a solucionar algunos problemas, pero se necesitan otras cosas. Sucede con la aprobación de las normas que pusieron en vigor el carné por puntos. Después de unos primeros meses prometedores, el balance al terminar agosto va a ser muy similar al de años anteriores, terrible. El miedo sirve para frenar unas conductas de riesgo, pero no soluciona el fondo del problema. Se sabe que 1.104 conductores que han perdido todos los puntos siguen circulando sin problemas por las carreteras, lo cual es impresentable, sean cuales sean las razones. Pero apenas han disminuido el número de accidentes y de muertos, lo que debería llevar a revisar las medidas tomadas y ver qué cambios son necesarios. Ahora hay quien pide la limitación de velocidad -¿a cuánto: a 80, a 90, a 60...?- y que los coches lleven limitadores de velocidad, como si eso acabara con los accidentes. ¿Terminarán prohibiendo los coches o poniendo un policía detrás de cada conductor? ¿No tiene ninguna culpa el mal estado de muchas de nuestras carreteras, los puntos negros donde se repiten accidentes? ¿No está el problema en la falta de educación cívica? ¿Qué pasa con el exceso de alcohol o de drogas como factores desencadenantes de muchos accidentes? ¿No habrá que incidir, sobre todo, en campañas de educación, no de represión, en la escuela, en la televisión, en los otros medios de comunicación para hacer conductores responsables y no conductores agresivos? Si nos quedamos sólo en la ley o en la sanción, no solucionamos el problema.
Lo mismo sucede con las normas que prohíben el consumo de tabaco. Como ex fumador estoy convencido de los efectos gravemente perniciosos del tabaco y del coste social que supone para todos los ciudadanos, pero la prohibición de fumar en prácticamente todos los lugares, no ha conseguido frenar el consumo de tabaco, por el que, además, el Estado sigue recaudando importantísimos impuestos. No tengo datos, pero creo que el consumo de tabaco entre adolescentes no sólo no disminuye sino que crece. La ley si no se asume con inteligencia desde la escuela, no sirve.
A veces la ley, o las decisiones políticas encierran sólo operaciones de maquillaje o de marketing. Además, del tráfico o del tabaco, la política de alquiler de viviendas es otra muestra clara. La agencia del inútil Ministerio de la Vivienda creado en esta legislatura ha logrado menos de 5.000 contratos de alquiler en tres años, lo que debería hacer enrojecer a todos los responsables políticos. Pero no pasa nada. Aprobar leyes es importante, pero no es suficiente, menos todavía si se aprueban sólo para la galería y el voto fácil.