Mejor así
miércoles 26 de septiembre de 2007, 13:45h
La propuesta de ERC de subir el cheque-bebe para colectivos desfavorecidos mejora el texto del Gobierno. El grupo socialista se mostró generoso con los republicanos, entre otras cosas, porque veía peligrar la oferta que hizo Zapatero en julio pasado al pretender sus "socios" parlamentarios que se aplicara la ayuda de dos mil quinientos euros a todos los nacidos desde Enero. El PSOE consigue así cambiar cromos, porque el coste de aplicar el cheque-bebe a doscientos cuarenta mil niños más hubiera sido inasumible para las arcas públicas y de paso le brinda a los republicanos la posibilidad de apuntarse el tanto ante sus electores. En esta delicada etapa de negociación presupuestaria todos los guiños son pocos. Hay que conseguir apoyos, en forma de votos a favor, como sea.
Pero al margen de esta estrategia política, dar algún caramelo a cambio de retirar una propuesta incómoda, lo cierto es que los republicanos catalanes tienen razón. No resulta muy lógico que reciban la misma ayuda, por nacimiento de un hijo, el presidente del Consejo de Administración de una gran empresa y la señora de la limpieza. Es más, a partir de un cierto nivel de ingresos, la ayuda no está justificada. Hay familias en este país que no necesitan ayuda para la cuna, ni para el cochecito, ni para el ajuar. Pero dejarles fuera del reparto habría suscitado las iras de la derecha conservadora y más acusaciones de electoralismo.
Los tres colectivos que ahora se van a ver favorecidos por la demanda de ERC, que ayer recibió el apoyo de todos los grupos del Congreso, realmente son las que necesitan el apoyo del Estado para afrontar un nuevo hijo: son las madres solteras, las familias numerosas y los padres de recién nacidos discapacitados. Si de verdad se quiere aplicar una política de ayuda social para fomentar unas cifras de natalidad que andan por los suelos, hay que ayudar a las familias que no tienen hijos porque económicamente no pueden permitírselo. Hay que ayudar a las madres solteras para reducir el número de abortos y, sobre todo, ayudar a las familias con un hijo discapacitado porque en la inmensa mayoría de los casos la madre tiene que dejar de trabajar para ocuparse de él.
Como parece que Solbes ya contaba con algún incremento en el gasto no habrá problemas para que estos colectivos reciban tres mil quinientos euros por niño. Una discriminación positiva absolutamente justificada si nos queremos acercar a Europa en políticas de natalidad.