Dos encuestas discrepantes entre sí
jueves 22 de noviembre de 2007, 15:01h
A medida que nos aproximamos a la fecha electoral del 9 de marzo, crecen en interés las encuestas electorales, especialmente las intenciones de voto, por lo que tienen de reflejo de la sociedad en el instante de su elaboración. Pues bien, este jueves nos proporcionaba dos de tales encuestas.
A primera hora, se podía conocer la que proporcionaba en sus páginas El Periódico de Cataluña, y al mediodía daba sus datos el barómetro del CIS, probablemente la más fiable de todas cuantas llegamos a conocer. Pues bien, si durante muchos meses, el empate técnico ha venido caracterizando la pelea de Zapatero y Rajoy, la primera de las dos referidas encuestas parecía determinante: terminaba ese reinado de lo confuso y de lo ambiguo. En efecto, esta vez, después de mucho tiempo, una encuesta aseguraba o sostiene que el PSOE aventajaría en seis puntos al PP, a cuatro meses de las elecciones. Es más: los socialistas sacarían en este instante, siempre según la encuesta de Gesop, el 43,5 por 100 de los votos, y entre 165 y 170 escaños, desde los 164 actuales, es decir, llegarían a estar muy cerca de la mayoría absoluta, algo que ni siquiera los socialistas habían llegado a soñar. A su vez, los conservadores, con el 37,5 por 100 de los votos, lograrían entre 245 y 150 diputados. Es, repito, una encuesta encargada al Gabinet d'Estudis Socials y Opinió Pública, y publicada por El Periódico de Cataluña. Naturalmente, hay perdedores: ERC perdería uno o dos escaños, y quedarían como están, aproximadamente, los otros nacionalistas de CiU y del PNV, o IU, siempre con relación a los resultados de marzo de 2004.
La segunda encuesta, la del CIS, venía, en cambio, a echar agua a algunas ilusiones precipitadas que pudieran haberse suscitado entre los socialistas. El Centro de Investigaciones Sociológicas, en su barómetro de ahora mismo, señala, por el contrario, que el PSOE sigue en cabeza, con 39,7 por 100 de la intención de voto, pero el PP acorta la distancia del barómetro anterior a sólo 2,3 puntos, y obtendría en este instante el 37,4 por 100 de los sufragios. Es más: el CIS otorga un suspenso a los dos dirigentes políticos Zapatero y Rajoy, aunque el dirigente socialista sigue en primera posición y Rajoy desciende a la quinta, detrás de Llamazares, Durán e Imaz, nada menos.
¿Cuál es las dos encuestas obtendrá más aciertos en esta carrera hacia las urnas? Parece que habremos de seguir pensando en un empate técnico y en una carrera de gran aguante y larga resistencia. Desde luego, si llegaran a producirse los datos de la primera de las encuestas reseñadas, querría decir que Zapatero ha afrontado y superado con éxito tormentas tan abultadas y sonoras como la del Estatuto catalán, la llegada al poder gracias a "la conspiración del 11-M", o la negociación con la banda ETA y su fracaso, de las que, en cambio, y en todo caso, no parece haberse beneficiado suficientemente el candidato del PP. Tampoco de otra serie larga de "cuestiones menores", con las que los populares han atacado sistemáticamente, como una presunta mala administración de la "herencia económica", un reajuste desordenado y errático del Estado de las autonomías, una diplomacia internacional que habría conducido a España a un puesto insignificante después de haber participado, con el presidente norteamericano, en las grandes decisiones mundiales, tipo Irak... Y después de haber comprobado cómo se ninguneaban o atacaban de manera permanente, desde los medios de comunicación "contrarios", reformas tales como la Ley de igualdad o la ley de Dependencia, o la introducción en la enseñanza de la Educación para la Ciudadanía, reformas de nuevos Estatutos como el andaluz, el valenciano o el castellano leonés. Al margen de la dedicación a ampliar infraestructuras, líneas AVE, incremento del salario mínimo, subvenciones a una mayor natalidad, legalización e integración de tal vez cuatro millones de inmigrantes...
Pero aún es pronto para hacer balance, y mucho menos para declarar vencedores o vencidos. De momento, tan solo estamos ante dos "fotografías del momento" llamadas encuesta de opinión, y que no son precisamente coincidentes, sino todo lo contrario.