DISCURSO DEL PRESIDENTE DEL PP, MARIANO RAJOY
sábado 12 de enero de 2008, 16:55h
Acto de Igualdad
Madrid, 12 de enero de 2008
Queridas amigas y amigos. Quiero comenzar esta intervención agradeciéndoos a todos vuestra asistencia y también vuestro trabajo, vuestro esfuerzo, vuestra dedicación y vuestras aportaciones. Y quiero señalar que esta no es una fórmula de cortesía. Llevo muchísimos años militando en este partido político, toda mi vida política, más de la mitad de mi vida. Estoy enormemente orgulloso de ser militante del Partido Popular y enormemente orgulloso de lo que hemos hecho a lo largo de esta Legislatura, que ha sido difícil, compleja. Pero hoy, el Partido Popular está aquí y va a ganar, aunque a algunos no les guste, las próximas elecciones generales.
Así que muchísimas gracias porque, aunque somos un partido con evidentes peculiaridades –como todo el mundo conoce-, somos un enorme partido, con 700.000 militantes, que sabemos estar a las duras, a las maduras, en los momentos difíciles y en aquellos que no lo son tanto. Hemos dado la talla, hemos estado a la altura de las circunstancias. Gracias a todos los dirigentes del partido, gracias a todos los cargos electos, gracias a los militantes y gracias a los votantes. Y gracias, por anticipado, a otros más que se van a incorporar. Estamos aquí y estamos para abordar los problemas de España.
Ahora, os ruego que me permitáis hacer una breve reflexión al hilo de lo que nos reúne hoy a todos. Nosotros somos un partido político, un gran partido político. Nosotros defendemos unos principios que vamos a recoger en nuestro programa electoral y que figuran en el documento del programa político que aprobamos hace algunos meses. Nosotros tenemos unos objetivos políticos y estamos ahora –hoy lo estamos haciendo, lo hemos hecho a lo largo de estos meses y estos años, y lo seguiremos haciendo en los próximos días- trabajando con un solo objetivo: ofrecerle a los españoles el mejor programa de gobierno, el mejor programa que va a responder a los principios en los que creemos y el mejor programa que está hecho para conseguir los objetivos políticos que planteamos al conjunto de nuestros compatriotas.
Hoy vamos a hablar de la igualdad. Me gustaría hablar de la igualdad en serio, como habla el Partido Popular en serio de la igualdad. La igualdad es uno de los principios básicos que conforman el ideario del Partido Popular, como lo es la libertad. Nosotros defendemos la libertad porque es el fundamento de la dignidad de la persona y porque creemos que la libertad es el motor del progreso y del bienestar de las sociedades.
Nosotros creemos en el hombre, en sus derechos fundamentales, en su libertad y creemos en el hombre como ser capaz de generar progreso y bienestar en la sociedad. Otros, no lo sé. La historia ha ido evolucionando, pero nosotros defendemos la libertad. Y defendemos la igualdad porque sin igualdad hay arbitrariedad, privilegios y discriminaciones y porque la igualdad asegura un orden de justicia gobernado por el imperio democrático de la Ley.
Amigas y amigos, la igualdad es una conquista asociada a la libertad y sin ella, los ciudadanos no pueden ejercer sus derechos y no pueden ser plenamente libres. La igualdad que nosotros defendemos está al servicio de la libertad de las personas y del conjunto de la sociedad. La nuestra no es una igualdad impuesta, ni tiene la pretensión de hacer igual a quien no lo es. La nuestra es una igualdad liberal, es la igualdad que pretende oportunidades para todos, las mismas, derechos para todos, los mismos, deberes y obligaciones.
En esta Legislatura hemos hablado mucho de la nación de ciudadanos libres e iguales, de esa nación de ciudadanos libres e iguales que es y que queremos que sea España, y que quintaesencia un poco lo que nosotros le vamos a decir a los españoles a lo largo de los próximos días. España es una nación. Queremos que los españoles sean cada vez más libres, que tengan mayores cotas de libertad, que se puedan desarrollar mejor como personas, que puedan aportar más al conjunto de la sociedad. No debe haber más cortapisas a la libertad de la gente que la libertad de los demás.
Y hemos hablado de la nación de ciudadanos libres e iguales y no discriminados. Nadie puede ser discriminado por que viva en uno u otro territorio, por su condición económica, ni por su condición social, ni por su raza ni por su sexo. Y la igualdad es principio inspirador básico de las políticas del Partido Popular.
Nosotros queremos ciudadanos –cuando hablamos de justicia- iguales ante la Ley, desde el más poderoso al más débil. Cuando hablamos de educación, hablamos de ciudadanos iguales, hablamos de igualdad de oportunidades. No queremos que unos españoles, por que haya un sistema educativo que es manifiestamente mejorable, tengan en el futuro unas oportunidades menores que otros españoles.
Cuando hablamos de inmigración y de la integración de inmigrantes, decimos ‘iguales derechos, iguales oportunidades y también iguales deberes e iguales obligaciones’. Y cuando hablamos de financiación de las Autonomías y de inversiones del Estado, hablamos de que todos los españoles –residan donde residan y sean quienes sean- tengan derecho al acceso a los servicios públicos igual y tengan acceso a las prestaciones públicas de manera igual.
Eso es lo que defendemos, eso es en lo que creemos. Eso es lo mejor para las personas, que es lo que importa, y para las naciones. Por eso, este partido va a defender la libertad de todos los españoles y este partido se ha convertido hoy en la única garantía de la igualdad entre todos los españoles.
Como hablamos de igualdad en la educación, de oportunidades, en la inmigración y en el acceso a servicios públicos, hablamos de igualdad entre hombres y mujeres. La igualdad entre hombres y mujeres está en la Ley, efectivamente, pero muchas veces no está en la realidad. La aspiración de cualquier partido político o de cualquier persona normal es que en la sociedad haya una verdadera igualdad y que lo que está en la Ley tenga su reflejo en la realidad. Por tanto, de lo que se trata es de trabajar para frenar las cortapisas que impiden que lo que está en la Ley esté en la realidad, que al fin y a la postre es lo que cuenta.
Amigas y amigos, es verdad que se ha avanzado mucho a lo largo de la historia y de una manera más notable a lo largo de los últimos años. Por fortuna, puede haber excepciones, la humanidad va avanzando en la buena dirección.
Yo quiero reivindicar la labor del Partido Popular a lo largo de los ocho años que estuvo en el Gobierno de España porque para nosotros es la base de la que partimos para seguir mejorando. Cuando el Partido Popular gobernaba en España, dos millones y medio de mujeres encontraron un puesto de trabajo. Eso es política de igualdad. Se aprobó la primera Ley de conciliación de la vida laboral y familiar, la primera. Eso es política de igualdad. Se llevaron a cabo iniciativas ambiciosas para evitar que la maternidad fuera un obstáculo en la permanencia en el mercado de trabajo, como fueron la eliminación de los costes de la Seguridad Social para los contratos de sustitución durante el período de descanso por maternidad; como fue la bonificación del 100 por 100 de las cotizaciones durante el año siguiente a la reincorporación al trabajo; o como fue la paga de 100 euros mensuales -3.600 euros en total- para las madres trabajadoras con hijos menores de 3 años. Eso es política de igualdad.
Hemos actuado con pleno convencimiento a favor de la incorporación de la mujer en la sociedad y en el trabajo. Y, por tanto, no acepto ninguna lección por parte de quien sólo hace propaganda y publicidad, que es la izquierda española.
No hemos necesitado cuotas para que Luisa Fernanda Rudi fuera presidenta del Congreso de los Diputados, la única. No hemos necesitado cuotas para que Esperanza Aguirre fuera presidenta del Senado, la primera y la única. No hemos necesitado cuotas para que Esperanza Aguirre fuera la única presidenta electa de Autonomía en España. No hemos necesitado cuotas para ser el partido de España con más presidentas regionales y con más alcaldesas. No hemos necesitado ninguna cuota.
Dicho esto, ¿estamos satisfechos con este balance? No. Y voy a aportar algunos datos que creo que son muy ilustrativos y que son los que nos deben obligar a adoptar algunas de las decisiones y poner sobre la mesa algunas de las propuestas que voy a hacer hoy para que los españoles las consideren.
La tasa de actividad de las mujeres es de 20 puntos inferior a la de los hombres. Hablo de España, eso no sucede en otros países de la Unión Europea. El número de mujeres en paro es superior al de los hombres en paro. Hablo de España, no de otros muchos países de la Unión Europea. Hay casi cuatro millones más de hombres y de mujeres ocupando un puesto de trabajo, 12 millones de hombres ocupados frente a 8 millones de mujeres ocupadas. Hablo de España, no sucede lo mismo en otros países de la Unión Europea. Los empleos de las mujeres son de menos calidad que los de los hombres. La tasa de temporalidad es 2.5 puntos más alta en las mujeres que en los hombres. Y los salarios que cobran las mujeres son hasta un 30 por ciento más bajos que los de los varones por trabajos del mismo valor. Hablo de España, pero no de otros países de la Unión Europea.
Más allá de los datos, todo el mundo tiene la percepción –por propia experiencia- de la enorme dificultad que en muchas ocasiones supone conciliar la vida laboral y familiar.
Esta es la fotografía de lo que hay hoy en España. Aquí, el Gobierno ha vivido única y exclusivamente de la propaganda; ha trabajado de cara a la galería; le ha dado importancia a quien esté o no deje estar en un consejo de administración. Pero es que la inmensa mayoría de las mujeres españolas, como la inmensa mayoría de los hombres españoles, no se dedican a la política ni tienen entre sus objetivos vitales estar en consejos de administración de grandes empresas. Lo que les importa es su vida, su trabajo, aquello que ocurre todos los días. Esos son los temas abandonados por el Gobierno de España, como ha hecho en tantas y tantas facetas de la vida pública. Ha habido mucho debate sobre naciones y poco debate sobre los problemas reales de las personas.
Por eso, justificadas así las cosas, si los españoles me dan su confianza, al Partido Popular, yo me comprometo a luchar desde el Gobierno por una política de igualdad al servicios de todas mujeres –no sólo las que se dedican a la política- sin excepción.
La gran prioridad de mi política de empleo será crearlo para la mujer. España debe asumir objetivos ambiciosos, porque para eso somos la novena potencia económica del mundo, y debe asumir como objetivo capital alcanzar una tasa de empleo femenino similar al de las sociedades más avanzadas, entre otras cosas, porque si no, no seremos una sociedad avanzada sino que seremos otra cosa distinta.
Digo más. Sólo si logramos la plena participación de la mujer en el mundo laboral, los españoles podemos conseguir crecimiento económico y un mayor bienestar. Al final, un país es rico, se vive mejor, tiene mejores servicios sociales y se puede hacer mejor política social, si hay mucha gente trabajando. Si en España, en lugar de trabajar 12 millones de hombres y 8 millones de mujeres -20 millones en total-, trabajaran 12 millones de hombres y 12 millones de mujeres, serían 24 millones de personas trabajando. Eso es más crecimiento económico, más recaudación, mejores servicios, mejores prestaciones públicas, un país con un PIB mucho mayor del que tenemos en este momento en nuestro país.
Por eso, porque es bueno para la competitividad de España, porque es bueno para el progreso de nuestro país, para todos –hombres y mujeres- y, sobre todo, por una razón de justicia, ésta será una de las prioridades básicas de la acción de gobierno a lo largo de los próximos cuatro años.
Vamos a llevar a cabo un plan de acción que tendrá cuatro ejes fundamentales:
Primero, adoptaremos medidas de discriminación positiva que compensen las mayores dificultades que las mujeres encuentran para el desarrollo de su actividad profesional y que contribuyan a incorporarlas y a permanecer – que es un concepto distinto- en el mercado de trabajo. Aquí es donde se enmarca la rebaja del Impuesto sobre la Renta a las Personas Físicas a las mujeres que trabajen fuera del hogar, que he venido anunciando a lo largo de estas últimas fechas y que hoy quiero concretar.
Creo que reducir impuestos sobre el trabajo es una de las mejores políticas para crear empleo. Es que lo hemos hecho nosotros. Nosotros hemos reducido en dos legislaturas, cuando Aznar era presidente del Gobierno en España, el Impuesto de la Renta. Esa fue una extraordinaria política para crear empleo.
Si rebajamos el IRPF a las mujeres, lo que estaremos haciendo es aumentar su tasa de actividad y crear empleo. Llevados por esta convicción, estableceremos una rebaja adicional que podrá llegar hasta 1000 euros anuales y que será aplicable a más de 3 millones de mujeres trabajadoras.
Segunda línea de actuación. Hay que potenciar especialmente la formación de las mujeres con la finalidad de mejorar su posibilidad de tener un empleo. Es muy importante, para los hombres y para las mujeres. A veces nos quejamos de que los sueldos son bajos, de que los empleos son precarios. La clave, uno de los temas más importantes para la España del futuro, es la educación y la formación. Es el elemento básico para competir en un mundo cada vez más abierto, más global, donde las fronteras se han diluido.
Nosotros no vamos a competir con materias primas de las que carecemos, ni vamos a competir con mano de obra barata. Nosotros tenemos que competir con personas. Cuanto mejor sea la formación de esas personas y si tenemos la posibilidad –que tiene que ser un reto fundamental de futuro- de que esas personas estén mejor formadas y que estén actualizando constantemente su formación, mejor será para todos. Y si hay 12 millones de hombres y ocho millones de España trabajando en España, tenemos que hacer un esfuerzo en formación para todos, pero sobre todo para las mujeres; sobre todo, para muchas mujeres que decidieron abandonar su puesto de trabajo para dedicarse a su familia y que, transcurrido un período de tiempo, quieren volver a trabajar. Por tanto, este va a ser uno de los objetivos capitales para el futuro. La formación de las mujeres.
El tercero, la garantía de la conciliación de la vida laboral y familiar. En el primer período de sesiones de la próxima legislatura, llevaré a las Cortes un proyecto de ley que ampliará el permiso de paternidad y maternidad para que todo el mundo pueda tomar decisiones libremente y corresponsabilizarse en el reparto de las obligaciones familiares.
Hay otro asunto que es muy importante y que también es un reto básico de cara al futuro. Conciliar la vida laboral y familiar exige, cuanto menos, hacer una reflexión sobre las formas del trabajo. Creo que, en el marco del diálogo social que nosotros vamos a poner en marcha con empresarios y con los representantes de las organizaciones sindicales, deberemos avanzar para modificar los horarios de trabajo en España. Creo que hay que ir a un horario de trabajo flexible; hay que dar la oportunidad a los trabajadores de adoptar sus horarios de trabajo a las circunstancias personales y familiares; y hay que hacerlo especialmente en el caso de las madres con hijos de corta edad.
Esto es algo que se puede hacer, acordado y pactado entre todos. Ya hay algunas empresas que lo han puesto en marcha. Es una necesidad que está ahí, no es un invento. Todo el mundo sabe que uno de los más importantes problemas que hay a la hora de ir a trabajar es la posibilidad de poder conciliar el trabajo, llevar el niño a la guardería o al colegio. Desde luego, si nadie toma conciencia de este problema, si no se intenta y si no se hace un esfuerzo en esa dirección, nos quedaremos como estamos. Por tanto, hay que echarle ganas, esfuerzo y trabajo para resolverlo.
Por último, es fundamental trabajar para la igualdad de la mujer en la calidad del empleo. No es normal, ni tiene sentido, ni es justo, ni es razonable, que a igual trabajo pueda haber diferencias salariales de 30 puntos porcentuales. Eso sucede, por sorprendente y paradójico que a algunos le pueda resultar. No es normal, no es justo y, además, no es eficaz.
Creo que aquí hay uno de los fracasos más importantes del Gobierno socialista, al que todo esto le ha traído completamente sin cuidado. De lo único que hemos oído hablar es que hemos hecho una Ley de Igualdad, como tantas y tantas leyes que se han hecho en este país que no tienen ningún contenido. ¿Qué le importa a la señora que anda por la calle o qué le importa a la inmensa mayoría de la gente que tenga que ir uno de dos o uno de tres u otro de siete? ¿A quién le importa?
Éstos sí que son problemas reales. El problema real es la diferencia de 30 puntos porcentuales a la hora de cobrar una remuneración por personas que hacen exactamente el mismo trabajo. Todos tenemos experiencias en este sentido. Yo, al menos, y supongo que muchos de los presentes, también.
Quisiera terminar con una reflexión general y que va a incidir en uno de los aspectos que he abordado pasada en esta deslavazada intervención. Esta ha sido la legislatura más absurda que hemos vivido en la Historia de España desde 1977. Que nadie vea en esta afirmación una crítica política, no es mi intención hacerla. Sólo pretendo reflejar un hecho objetivo. Si al final hacemos balance de esta legislatura, que tendrá que hacerlo ese en el que todos estáis pensando, ¿cuál ha sido el objetivo de esta legislatura?
En España hubo un determinado momento en el que fuimos todos convocados a cambiar el régimen, a pasar de un régimen autoritario a un régimen democrático; fuimos convocados a fijar unas reglas de juego de cara al futuro; a ser una democracia. Después, se nos convocó a la integración en la Unión Europea. Después, yo tuve el placer de formar parte de ese Gobierno, se nos dijo ‘hay que hacer un esfuerzo para entrar en la Unión Económica y Monetaria, eso va a ser bueno para España’. Y toda la sociedad española hizo un esfuerzo y hubo que tomar medidas que no eran nada fáciles. Aznar tuvo que tomar medidas que no eran nada fáciles, pero la gente las entendió.
En esta legislatura, ¿a qué hemos sido convocados? ¿Cuál ha sido el gran objetivo nacional de esta legislatura? ¿Discutir sobre la historia de España? ¿Discutir sobre si somos una nación, dos, tres o cuatro naciones? ¿Qué objetivo se les planteó a los españoles?
Hemos perdido cuatro años y generado unos cuantos problemas. Pero podemos recuperar esos cuatro años. El objetivo al que hay que convocar a los españoles es lisa y llanamente a preparar a España para competir en un mundo cada vez más abierto, a trabajar para mejorar el nivel de vida de los españoles y para que haya una vida más justa. Ese es el objetivo.
¿Cómo va a poder resolver el problema de los españoles alguien que no conoce los problemas reales de los españoles, alguien que no está en la realidad? ¿Quién le ha pedido que estableciera o abriera un debate sobre cuántas naciones hay? ¿Quién se lo pidió? ¿Quién tenía una preocupación de esas características? ¿Cómo va a abordar el problema de la economía española, que es lo que le importa a la gente, quien dice que estamos en la Champion League y que ésta es la mejor economía del mundo? ¿Cómo va a abordar el problema un señor que desconoce la realidad?
Si te encuentras mal y vas al médico, y te dice que estás muy bien, tú tienes un pequeño problema, es que te puedes poner mucho peor. Eso es lo que pasa con la economía española.
No puede cambiar la realidad quien cree que la realidad es inmejorable.
Nosotros vamos a trabajar para cambiar, con nuestro estilo –somos gente moderada y equilibrada-, la realidad. Vamos a trabajar para mejorar la economía de los españoles. Nosotros nos vamos a ocupar de todos los españoles, pero especialmente de las personas más modestas de la sociedad española, que han sido los auténticos perjudicados por las políticas del Sr. Rodríguez Zapatero. Nos vamos a ocupar de la verdadera igualdad de las personas. Nos vamos a ocupar de las hipotecas, de la educación y de la sanidad. Y otros, que se ocupen de otras cosas que no le importan a nadie, pero que por lo menos no nos generen problemas gratuitamente.
Vamos a ganar porque la sociedad española necesita que ganemos. Vamos a ganar porque nos van a votar todos los que nos dieron su confianza en el 2004 y porque nos van a votar muchísimas personas decepcionadas con lo que ha pasado en España estos cuatro años.
Gracias.