Otra caída

   La bolsa española ha encadenado otra semana de caídas. El IBEX 35 perdió un 1 por ciento y no ve una semana buena desde el pasado diciembre. Los nubarrones que se ciernen sobre la economía española pero, sobre todo sobre la norteamericana, tienen a los inversores con miedo. Los tipos de interés de momento no se han movido, pero nadie duda de que los problemas de inflación en Europa continuarán y de que Estados Unidos puede entrar en recesión arrastrando al resto del mundo.

   Los indicadores siguen siendo malos a pesar de la insistencia del gobierno en vender una realidad desprovista de preocupaciones. La comparecencia el jueves del ministro Solbes no tranquilizó a nadie. Más bien al contrario. La insistencia del vicepresidente en minimizar los riesgos a que nos enfrentamos, los que vienen de fuera y los que hemos cosechado en casa, alientan la preocupación sobre los verdaderos efectos del cambio claro del ciclo económico. El Gobierno no va a tomar medidas y esto es más un asunto preocupante que tranquilizador.

   Los economistas no se cansan estos días de alertar sobre la necesidad de hacer algo y de explicarle a los ciudadanos la realidad. Entre otras cosas es una irresponsabilidad asegurar que todo va bien y que eso lleve a la toma de decisiones equivocadas que después nadie remediará. Si duda los próximos meses serán decisivos para valorar el alcance real de la situación, pero tanto los inversores, como los empresarios como los ciudadanos en general están preocupados y así lo han manifestado en diversas encuestas e índices. La bolsa no se quedará al margen de la desconfianza general en el futuro inmediato y de hecho ya lo está reflejando. Son momentos de inestabilidad en la que los riesgos no son recomendables.