El Partido Popular ha expresado que la UE debería responder sin ambages ante la expulsión de su embajadora en Nicaragua.
Los populares piden “sanciones más estrictas contra la dictadura de los Ortega-Murillo, pues no podemos quedar impasibles ante la desesperante situación que se vive en Nicaragua por la falta de respeto a los derechos humanos”.
Por eso, el PP ha defendido hoy que la Unión Europea debe responder a la expulsión de su embajadora en Nicaragua, Bettina Muscheidt, que dejó Nicaragua el sábado, al cumplirse el plazo que le dieron las autoridades nicaragüenses para abandonar el país.
Ante esta expulsión, la portavoz del PP en el Parlamento Europeo, Dolors Montserrat, ha demandado que se responda a Maduro y a ortega-Murillo en un tuit:
“La expulsión de nuestra embajadora es una prueba más de que el dictador Daniel Ortega no da marcha atrás en el sistema totalitario y antidemocrático que implementa contra los ciudadanos. Todo lo contrario, cada vez es peor y nos quiere lejos para que no podamos proteger los derechos humanos de los nicaragüenses”, lamentó la dirigente popular.
Por su parte, el eurodiputado del PP, Leopoldo López Gil, ha recordado que el Parlamento Europeo pidió actuar ante estas violaciones de los derechos humanos, contemplando la suspensión del acuerdo comercial y la activación de la cláusula democrática del Acuerdo de Asociación, una petición que el PP ha hecho de forma recurrente.
“El Parlamento Europeo condenó en los términos más enérgicos la represión con hostigamientos, torturas, exilio y cárcel para los defensores de derechos humanos, incluida la Iglesia Católica, instaurándose una política de estado represora contra ella”, ha denunciado López Gil.
Además, la resolución del último Pleno se centraba precisamente en la detención del obispo Rolando Álvarez, en cuyo debate participaron, además de López Gil, Antonio López-Istúriz y Gabriel Mato, para pedir la liberación del líder católico y el endurecimiento de las sanciones.
Sálvese quien pueda
Por su parte, el Gobierno de Nicaragua decidió que la embajadora de la Unión Europea en Nicaragua era non grata por una supuesta “injerencia en la soberanía nacional”.
En ese momento, el ministro de exteriores nicaragüense, Denis Moncada, le dijo a la diplomática que debía salir del país cuanto antes.
Un capítulo que sitúa en el filo del precipicio la relación entre el régimen sandinista y el bloque comunitario europeo.
“No tengo conocimiento de ningún anuncio oficial, lo único que puedo decir sobre el tema en este momento es que nuestra embajadora, la jefa de la delegación de la Unión Europea en Managua, fue convocada ayer al Ministerio de Relaciones Exteriores de Nicaragua, y estamos evaluando su situación en contacto con las autoridades nicaragüenses”, declaró Peter Stano, portavoz de la UE.
Cabe señalar que la expulsión de la embajadora ocurrió días después de que la UE exigiera al régimen Ortega-Murillo el cese de la represión y demandase la “devolución de la soberanía de Nicaragua a sus legítimos dueños”.
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