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Miradas que alimentan y Alcañiz en el corazón

lunes 30 de septiembre de 2024, 11:33h

Para quien esto escribe, curtido y baqueteado en congresos o seminarios gastronómicos, el VI Curso de Periodismo Especializado de Alcañiz, celebrado en el municipio turolense durante los días 19 y 20 de septiembre pasado, ha representado una gratísima sorpresa y un soplo de aire fresco sobre la habitual maraña de lugares comunes, banalidades y clichés, donde, en muy buena medida, se vuelca la esencia del periodismo gastronómico contemporáneo, que se resume en alabanzas y tendencias.

En este caso, sin duda excepcional y bajo el título Viajar para contarlo. Miradas que guían y alimentan, se han ofrecido un buen puñado de ponencias y presentaciones con verdadera enjundia y sustancia, que, como avanza el encabezamiento, se han abordado mezclado el periodismo de viajes y el relato gastronómico, que, por otra parte, forman un continuo, habida cuenta de que la cocina y lo gastro se han convertido desde hace tiempo en el primer destino turístico mundial.

Interesantes exposiciones de periodistas tan acreditados como Paco Nadal, Agustín Rivera, Berta Jiménez Luesma, Cynthia Martín, Isabel García, Esperanza Pamplona Pablo Segarra, Mónica Escudero, Lakshmi Aguirre, José Miguel Martínez Urtasun, Juan Barbacil, Yanet Acosta, Santiago Tejedor Calvo, Josu Azcona, Pablo Perruca, José I. Perruca, Lourdes Funes, Raquel Jiménez Otal, Eduardo Viñuales, Tino Soriano o Miguel Ángel Tobías. Y en mi opinión, salvo meliori iudicio y en hors catégorie, tipo Alpe d'Huez, Lagos de Covadonga o Mortirolo, las de David Remartínez, y Santiago Tejedor.

David RemartínezDavid, personaje singularísimo y afecto a la mirada divergente, tal y como nos la enseñó el escritor y pedagogo italiano Gianni Rodari, lleva veinte años ejerciendo el periodismo en distintos medios de comunicación y cuando lo hace sobre comida y bebida utiliza el alias de Remartini. Autor, entre otros, de un ensayo sobre política, El gabinismo contado a nuestros hijos, otro de consumo, Culo veo, culo quiero, y un tercero gastro, La puta gastronomía, que se constituye en un delirante prontuario contra el papanatismo laudatorio imperante en el sector. Actualmente escribe para El Comidista, en el diario El País, y para la Guía Repsol. Además, y como es el caso, acude a congresos donde dice cosas tan sustanciales como: “El periodismo es un oficio que no se puede ejercer solo. Cuando se realiza de tal forma, se convierte en masturbatorio. Dadme likes para que me sienta importante (…) además requiere de una redacción entendida como lugar físico. Al igual que no se puede compartir mesa de restaurante online, tampoco se puede compartir debate sobre el hecho noticioso a través de la pantalla de un ordenador. Ahora, las “redacciones” son virtuales y formadas por colaboradores freelance. Estos proponen temas, y los responsables los compran siempre que consigan muchos likes, breves en su exposición y que creen o sigan “tendencias”, aunque nadie sepa explicar que demonios es una tendencia. En el ámbito gastronómico, esas tres características alcanzan el paroxismo y el trastorno cognitivo. Autónomos y autónomas en pobreza energética, habitacional y alimentaria, se pasan el día colgando febrilmente ostentosos stories en Instagram y hermosas fotos de platos y menús de restaurantes de lujo, para, al llegar derrengados a casa, cenarse unas tortillas de pseudocamarones calentadas en el microondas. Esa comunicación “gastronómica” apenas ofrece información gastronómica, sino alabanza de cocineros “geniales”. Y la alabanza no es periodismo”.

Santiago TejedorPor lo que se refiere a Santiago Tejedor, es profesor de Periodismo de la Universidad Autónoma de Barcelona, doctor en Ciencias de la Comunicación, escritor, aventurero y autor de varios libros de viajes, entre los que cabría destacar Periodismo y viajes, donde contrasta experiencias propias con las de otros escritores y señala los focos de este género narrativo, deteniéndose en los mapas, la planificación, los contactos, los prejuicios, la otredad, el papel de la mujer, el silencio y el miedo; Chanoka Anico: un viaje “imposible” a la nación kikapú, el primer libro que se escribe sobre el líder nativo, con quien Santiago pasó largas jornadas en su casa de la reserva india de Nacimiento, en el Estado de Coahuila; y Dónde estás Guevara? Magia, aventura y leyendas en la isla de Cuba, en el que, a su manera, viene a hacer apología del viaje interminable. Porque, efectivamente, el viaje nunca termina o no debiera hacerlo. Como dice el bardo griego Konstantínos Kaváfis en su poema, Ítaca no es el destino, sino el apasionante periplo: “Itaca te brindó tan hermoso viaje./ Sin ella no habrías emprendido el camino./ Pero no tiene ya nada que darte”. En ese “camino largo, lleno de aventuras, lleno de experiencias”, Santiago ha desandado los pasos de Ernesto “Ché” Guevara para encontrarse con la jubilada maestra del pueblo boliviano perdido de La Higuera, Julia Cortez, para que le contara como el guerrillero devoró la sopa de maní que ella le había preparado y que para retenerla al modo de la canción de Luis Eduardo Aute, le contara tonterías mientras duraba la agonía.

Pero lo más interesante de Tejedor no es solo lo que cuenta, sino como lo cuenta, porque sus ponencias vienen a ser un show que bascula entre la ironía surrealista del físico teórico Richard Feynman y el pasmoso ilusionismo de El Mago Pop.

David Jiménez y Rosa María CalafEl broche y gran colofón del Congreso fue la charla entre el periodista David Jiménez y la mítica Rosa María Calaf, con el título de Corresponsales y enviados. Reflexiones tras una vida recorriendo el mundo. Jiménez, escritor y corresponsal durante años en más de treinta países en conflicto, se hizo polémicamente famoso en 2019 por su libro El director, en el que relata su experiencia durante dos años como tal en el diario El Mundo. Autor después de Los diarios del opio, uno de los mejores libros de viajes por cuyas líneas han pasado mis ojos, acaba de publicar una novela, Días salvajes, en la que infiltra la comida y el relato gastro en el capítulo Ostras japonesas, aunque su frase más redonda es aquella en la que cuenta sobre una de las protagonistas: “Mientras esperaba, se bebió dos copas de vino y vació un mendrugo de pan”.

Rosa María CalafSobre la Calaf poco que decir que no haya sido precedido por su fama mundial. Periodista de raza, fue corresponsal para RTVE en Estados Unidos, Moscú, Buenos Aires, Italia, Asia-Pacífico, y cuenta con más de una veintena de galardones por su dilatada labor profesional. Por todos esos méritos recibió en Alcañiz el Premio Pilar Narvión, que honra a la alcañizana pionera del periodismo político en el diario Pueblo, durante el tardofranquismo y la transición.

Y aquí se acabó la historia de este formidable encuentro bruñido por una impecable organización a cargo de las periodistas Gema Romero y Eva Defior, directora del grupo de comunicación La Comarca, máximo referente informativo en las Comarcas del Bajo Aragón.

Miguel Ángel Almodóvar

Sociólogo y comunicador. Investigador en el CSIC y el CIEMAT. Autor de 21 libros de historia, nutrición y gastronomía. Profesor de sociología en el Grado de Criminología.

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