Los países del G-7 han remarcado este viernes la necesidad de sólidos "acuerdos de seguridad" para conseguir un alto el fuego entre Ucrania y Rusia, haciendo una advertencia a Moscú que siga a Kiev en pactar un alto el fuego o se va a enfrentar a nuevas sanciones, de acuerdo con el borrador final de la declaración.
"Los miembros del G-7 hicieron un llamamiento a Rusia para que responda aceptando un alto el fuego en igualdad de condiciones y aplicándolo plenamente", han dicho los países del G-7, formado por Gran Bretaña, Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón y Estados Unidos, en un borrador de declaración final. Este borrador, ha sido aprobado por diplomáticos de alto nivel, pero todavía necesita la luz verde de los ministros.
Por su parte, las tropas rusas han retomado 29 asentamientos en la región fronteriza de Kursk a lo largo de la semana, según anuncia el Ministerio de Defensa ruso. Moscú ha acelerado de forma agresiva su campaña en los últimos días para echar por completo a las fuerzas ucranianas de la región. El 6 de agosto del año pasado, Kiev logró uno de los mayores golpes cuando sus tropas cruzaron la frontera y consiguieron un territorio de 1.376 km cuadrados con unas 100 ciudades y pueblos rusos. Desde entonces, las tropas rusas y de Corea del Norte, aliada del Kremlin, han estado luchando para recuperar este territorio que Ucrania quiere utilizar como moneda de cambio en unas posibles negociaciones de paz.
El Ejército ucraniano habría empezado esta semana su retirada de la región después de medio año de ocupación parcial. Ya el miércoles, el ejército ruso informó de que había eliminado los últimos focos de resistencia ucraniana en la ciudad de Sudzha, su principal base de operaciones. Este viernes, "las unidades de la agrupación militar Séver (Norte) liberaron la localidad de Goncharovka", ha indicado el Ministerio de Defensa en un comunicado. Dicha localidad, de menos de 3.000 habitantes, está localizada a las afueras de Sudzha. También este viernes, las fuerzas rusas se han echo con el control de la aldea de Novenke, en la adyacente región ucraniana de Sumy.
Rusia habría recuperado el 86% del territorio tomado por Kiev
El presidente ruso, Vladímir Putin, fue el miércoles por primera vez a Kursk, donde mandó aplastar a los "terroristas" ucranianos que llevaron a cabo la primera invasión de suelo ruso desde la Segunda Guerra Mundial. En Kursk, el mandatario señaló que Rusia había recuperado el 86% del territorio ocupado por Kiev. Un día después, el jefe del Kremlin se ha mostrado favorable a la idea de tregua presentada por Estados Unido, pero demandó que se solucionen cuestiones como la presencia de soldados ucranianos en la región rusa de Kursk como requisito previo.
Como respuesta, Ucrania le ha atacado por "buscar continuar la guerra". El ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Andrí Sibiga, ha criticado este viernes a Putin por querer poner condiciones para declarar el alto el fuego. Sibiga ha manifestado que "Ucrania busca poner fin a la guerra" mientras que "Putin busca prolongarla".