El PP afirma que no ha tenido que renunciar a "ninguno" de sus principios después del pacto alcanzado en la Comunidad Valenciana con Vox para los presupuestos de la Generalitat, que mete cesiones en materia migratoria y de Pacto Verde y una partida especial para la recuperación después de los efectos de la DANA. El líder de Vox, Santiago Abascal, asegura que los presupuestos van "en la dirección correcta" y alerta de que va a poner "condicionantes" en la negociación. El PSOE, por su parte, mantiene que estamos ante un "pacto de la vergüenza".
El presidente de la Generalitat, Carlos Mazón ha realizado una declaración institucional sin preguntas en la que ha hecho el anuncio de su acuerdo con Vox para sacar adelante las cuentas públicas de la Comunidad, con "el único objetivo" de "ayudar y avanzar en la recuperación", cuando los votos de la formación de Abascal eran imprescindibles para que salieran adelante. El pacto contiene una partida especial de 2.364 millones de euros que se destinarán a la reparación tras la dana. Mazón ha dicho que la Generalitat "no admitirá más repartos de la migración ilegal del Gobierno de Sánchez" y se ha mostrado contrario al Pacto Verde europeo.
"No renunciamos a ninguno de nuestros principios, a ninguna posición, nunca", ha advertido el portavoz 'popular', Borja Sémper, en una rueda de prensa en la que ha manifestado que el acuerdo está dirigido a "ofrecer estabilidad" para la Comunidad Valenciana.
"Es la primera vez en mi vida que veo que un acuerdo que da respuestas y estabilidad parezca algo malo", ha criticado Sémper después de las preguntas de los periodistas. Así, ha remarcado que los valencianos "van a tener unos presupuestos para afrontar retos complejos como la reconstrucción tras la devastadora dana" y que va a ser "defendiendo" los principios del PP y de su líder, Alberto Núñez Feijóo. Sobre la oposición de Mazón al Pacto Verde Europeo, ha comentado: "La transición ecológica es defendida por el PP, pero la dictadura activista, en ningún caso".
También ha estado a favor del pacto con Vox cuando, ha comentado, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, "está sometido al chantaje" de sus socios en el Congreso de los Diputados y está "dispuesto" a ir "contra la Constitución" y a "cometer un acto de irresponsabilidad" al ceder en las competencias migratorias.
Por último, ha afirmado que el pacto "es bueno para los valencianos y para su estabilidad" y lo ha alabado por favorecer la "gestión eficaz" de los recursos públicos. "La gente no quiere más ruido, lo que reclaman son respuestas y es lo que se ha sacado con este acuerdo", ha terminado.
Abascal: "Esta es la dirección correcta"
Tras el anuncio presupuestario y de que Mazón haya calificado a Vox como su "socio prioritario", Santiago Abascal ha celebrado en redes sociales que la Generalitat vaya en "la dirección correcta", que es, en su opinión, "enfrentarse sin complejos al Pacto Verde y a las políticas que favorecen la inmigración ilegal". Cree precisamente que estas dos cuestiones "tuvieron que ver con la tragedia de la dana en sus causas y en la amplificación de las consecuencias por el pillaje".
"Felicito al señor Mazón por el valor de denunciarlo públicamente”, ha proseguido. Además, el líder de Vox se ha mostrado convencido de que, con este “rumbo”, la Comunidad Valenciana “tendrá los presupuestos que necesita para la reconstrucción”.
"Vamos a demostrar que existe una alternativa cuyos principales beneficiados son los valencianos", ha dicho por su parte el vicepresidente de Vox, Ignacio Garriga, que ha afirmado que su partido va a "demostrar" que las cosas son "muy diferentes" cuando Vox "tiene la capacidad de condicionar los presupuestos" éstos son "muy diferentes, buenos".
El Gobierno habla del "pacto de la vergüenza"
El Gobierno, por otra parte, ha mostrado su total rechazo al acuerdo. La ministra de Ciencia, Innovación y Universidades y secretaria general del PSPV-PSOE, Diana Morant, ha dicho que este es "un nuevo pacto de la vergüenza", la "versión 2.0" del que firmaron "en una servilleta" en 2023 para la conformación de un gobierno de coalición PP-Vox después de las elecciones autonómicas (coalición que los de Abascal rompió un año más tarde) y que ha calificado como "pecado original".