El que parecía ser el fichaje del verano incluso a nivel mundial se complica para el Barça, porque el Athletic Club se niega a dejar salir a Nico Williams bajo ninguna facilidad de pago o plazos.
Según explican algunos medios deportivos, como 'Marca', el traspaso sólo será posible mediante el desembolso completo de su cláusula de rescisión, sin negociación alguna.
Esa cantidad asciende a 62 millones de euros, porque a los 58 millones de los que se estaba hablando, el Athletic explica que hay que incluir la inflación, según el IPC.
No se negociará nada
Según ha sabido ese diario de fuentes cercanas al Athletic, no se contemplará ninguna negociación ni tampoco un pago fraccionado que suponga dar facilidades al Barça.
Ni siquiera aceptará que el Barça pague más dinero a cambio de flexibilidad en los plazos. La consigna está claro: Nico no se vende, y si se quiere ir, será en los términos que figuran en su contrato.
Así que todo se complica para el conjunto culé, pues era la única salida viable si deseaba incorporar al extremo, puesto que no tiene tanto dinero disponible en caja.
Aparte, tendría que convencer a La Liga de poder inscribirlo, algo sobre lo que hay dudas por sus problemas con las fichas. Se estima que el club azulgrana tendría que vender a uno o 2 jugadores para poder encajar a Williams en su nueva plantilla.
El joven dice 'sí'
Por su parte, Nico Williams presionará, porque ya ha tomado una decisión y su futuro está en el Camp Nou, donde espera unirse al nuevo proyecto de Hansi Flick tras ganar Liga y Copa. De hecho, se asegura que el contrato ya está acordado: 8 millones por temporada hasta 2031.
Desde el Athletic no esperan que el jugador solicite una reunión con el presidente de la entidad, Jon Uriarte, ya sea para comunicarle personalmente su intención de salir o de pedir un gesto económico.
En San Mamés recuedan que el jugador tiene contrato vigente hasta 2027 y que debe cumplirlo o esperar a su finalización, y eso incluye el pago íntegro de la cláusula de rescisión del mismo y en un sólo plazo.
Por el contrario, el equipo bilbaíno lleva tiempo trabajando en una renovación que convierta a Nico en el mejor pagado de la plantilla, equiparando sus condiciones salariales a las que recibiría como jugador del Barça.
El Athletic es un hueso duro de roer en la negociaciones y, al considerarse un club no-vendedor, se niega a negociar salidas. La última que llamó la atención fue la del defensa Aymeric Laporte, que se fue al Manchester City cuando el adinerado club inglés pagó a 'tocateja' los 65 millones de euros de su cláusula en 2018.
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