La viceprimera ministra británica y "número 2" del Gobierno de Keir Starmer, la laborista Angela Rayner, ha presentado este viernes la dimisión de todos su cargos tras desvelarse que no pagó suficientes impuestos cuando compró un piso en la localidad costera de Hove, en el sur del Reino Unido.
Rayner, que también era hasta ahora la secretaria de Estado de Nivelación, Vivienda y Comunidades del Reino Unido, se ha visto forzada a renunciar después de que fuera investigada por Laurie Magnus, la persona encargada de supervisar el comportamiento ético de los ministros.
Tal y como ha sido acusada y ella misma ha reconocido, se ahorró unas 40.000 libras por no haber pagado las tasas inmobiliarias correspondientes.
Adquirió esta segunda residencia a través de una fundación a nombre de su hijo, que tiene una discapacidad. Rayner se ha excusado alegando un mal asesoramiento fiscal, pero ha indicado que asumirá todas las responsabilidades.
Mazazo para Starmer
Esta es una noticia que supone un golpe para el Gobierno de Starmer, ya que Rayner era una persona de referencia dentro del Partido Laborista.
Además, su dimisión llega en un escenario donde los sondeos apenas dan un 20% de apoyo al partido, después de haber ganado con mayoría absoluta el año pasado en las últimas elecciones generales en el país.
El pasado mes de enero también dimitió la secretaria de Estado del Tesoro británico, Tulip Siddiq, tras ser acusada de corrupción por sus vínculos con el régimen de la depuesta líder bengalí, Sheik Hasina, que es también su tía.
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