El responsable de Migraciones de la Conferencia Episcopal y obispo de Sigüenza-Guadalajara, José Sánchez, no cree que el "compromiso de integración" anunciado por la Generalitat Valenciana esté pensado "principalmente" en el bien del inmigrante, "sino en la garantía de nuestros derechos e intereses".
Aunque dijo desconocer el texto del Gobierno valenciano, afirmó que "siempre tengo una cierta sospecha frente a toda reforma de las leyes de inmigración porque nacen de una filosofía con la que no estoy de acuerdo".
A preguntas de los medios de comunicación, durante la presentación de la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales de la Iglesia, añadió que él siempre se mantiene "en guardia" ante "todas" las leyes sobre migración y extranjería por su "filosofía subyacente inicial", que pasa porque los países desarrollados consideran al inmigrate como "un colchón" de la economía.
Según Sánchez, el inmigrante "es como un muelle que se le deja subir fuerte cuando lo necesitamos y, cuando las cosas se ponen mal, que se vayan cuanto antes". "Las leyes de extranjería e inmigración están fundamentadas todas ellas sobre la defensa de los intereses nacionales y la regulación de la economía y del mercado", unos principios que, en su opinión, "no son los deseables".
El responsable de Migraciones aseguró que él no niega que los países desarrollados no tengan obligación de regular los flujos migratorios, "eso es evidente, pero, con otros principios más humanitarios, solidarios y, para nosotros, más cristianos".
José Sánchez se manifestó a favor de una ley de extranjería que nazca desde el servicio al prójimo, pero, creo que hoy no se encuentra una así. En este sentido, se preguntó por qué ningún partido en las últimas elecciones ha tomado el tema de la ayuda al desarrollo como algo prioritario sabiendo que si ésta es generosa, posiblemente, influiría en la rebaja de las aspiraciones económicas de mejora de los países desarrollados y, entonces, "ese partido no saca un voto".
Para el obispo de Sigüenza-Guadalajara está claro que el mundo "está montado sobre una situación injusta" en lo relativo a la regulación de los flujos migratorios.
Educación para la Ciudadanía
José Sánchez, afirmó hoy que Educación para la Ciudadanía es una asignatura que "nunca hemos visto con agrado", aunque reconoció que tiene "cosas legítimas y beneficiosas como los derechos humanos, inherentes a la Constitución Española, las normas de funcionamiento de determinadas leyes o las de circulación".
Sánchez reflexionó sobre si es necesaria o no la asignatura, que empezará a inculcarse en la región el próximo curso, y las normativas que incluye, "que entran dentro del campo de las convicciones más profundas y del mundo religioso y moral del alumno".
De este modo, según el obispo, cuando la asignatura "toca el punto que entra en contradicción con la moral católica o el aprecio a determinadas instituciones y realidades como la vida, el matrimonio, la familia o la educación, esa es una línea ideológica que conduce al alumno a adoctrinarlo en una manera de pensar que no es la suya; pensamos que el Estado no puede entrar ahí", agregó.
Sánchez afirmó que en la diócesis "no fomentamos la objeción de conciencia de entrada, lo que no significa que estemos de acuerdo con la orientación que se le quiere dar a la asignatura".
"Tenemos derecho a disentir, y la Iglesia tiene la buena suerte de que es una institución libre de consignas y condicionamientos a ningún partido", agregó. Por ello, "no estamos de acuerdo con que se haya impuesto de esta manera obligatoria", matizó, afirmando que existe un buen clima de conversaciones entre la Iglesia y la Junta respecto a este asunto.
Por otra parte, y coincidiendo con el arranque de la campaña de renta, el obispo de Sigüenza también pidió a los católicos que contribuyan al sustento de la Iglesia poniendo la cruz en la casilla de esta Institución.