
¿Se acuerdan del incidente? El lehendakari
Ibarretxe había concentrado a varias decenas de seguidores ante el Palacio de Justicia de Bilbao apara apoyar a los dirigentes de Batasuna,
Arnaldo Otegui, y
Rufi Etxeberria, que declaraban ante el TSJPV. Los incidentes comenzaron cuando los dirigentes del Foro Ermua
Antonio Aguirre e
Iñaki Ezkerra y el presidente de Dignidad y Justicia,
Daniel Portero, se dirigían al Palacio de Justicia. Algunos asistentes increparon a los que entraban en el juzgado y agredieron a algunos miembros de Dignidad y Justicia y Foro de Ermua, Antonio Aguirre (testículos) (Daniel Portero en la espalda). En el auto judicial acusa de desórdenes públicos a los que sufrieron las agresiones y sin embargo, a
Alejandro Aramburu (el que dió la patadaen los testículos de Aguirre) no le pasará nada ya que en el auto se habla de Portero, Aguirre y Ezkerra:
"...
El grupo formado por el Foro de Ermua y Dignidad y Justicia, ha mantenido constantemente una actitud de provocación con insultos, amenazas e incluso conatos de agresión a las personas reunidas lo que ha alterado el normal transcurrir de la concentración oportunamente comunicada, conducta que puede ser constitutiva de un hechos penal por desórdenes públicos".
El Gobierno no está haciendo nada para frenar el alarmismo

Las huelgas ya han comenzado y pegan duro a la sociedad. Primero fueron las del sector pesquero, con protestas y paros que se han dejado notar en las lonjas. Pero la que esta medianoche del lunes ha comenzado entre los transportistas es una huelga especialmente preocupante.
El riesgo del desabastecimiento general es muy grande, sobre todo porque no parece que las negociaciones entre Fomento y los representantes del sector vayan a culminar con éxito.
Y ante todo esto, el Gobierno presidido por
Zapatero y comandado económicamente por
Solbes no ha sabido transmitir a los españoles los riesgos y las consecuencias que se podían prever. De momento, las colas en gasolineras es un claro síntoma de preocupación popular y la parece que 'manía' de este Ejecutivo socialista por minimizar todos los problemas -crisis económica sin reconocer, por supuesto- ha incluido no avisar sobre este riesgo de desabastecimiento. El único aviso vino por parte del director de transportes de carretera, pero poco más.
Esperamos al menos que, la poca previsión y la poca capacidad de transmitir a la ciudadanía el problema, se compensen ahora con una solución para afrontarlos. Por ejemplo, en las negociaciones con los sectores en huelga.