Ante esta escasa respuesta, la manifestación transcurrió sin incidentes de ninguna clase y no hubo intento de acceder al Palacio de Fibes, donde se celebraba la reunión para entregar un comunicado en mano a los ministros, sino que éste se leyó por parte del portavoz de Foro Social mientras se quemada una bandera de la organización internacional en señal de rechazo a la misma.
No se produjeron pues los temidos incidentes y transcurrió con absoluta normalidad y calma la primera jornada de la Cumbre, en la que los ministros, como estaba previsto, trataron del aumento de fuerzas de la organización en Afganistán, en la que tocaba un papel importante a España, cuyo ministro se ratificó en la negativa que ya había adelantado el presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, y apuntó la posibilidad de aportar mayor calidad, en forma de tropas que formen a las afganas, en lugar de la pretendida mayor cantidad.
En este sentido, el ministro español de Defensa, José Antonio Alonso, concretó que el Gobierno se ha comprometido a incrementar de forma cualitativa su aportación en Afganistán con el envío de dos equipos de entrenamiento “con capacidad para formar y equipar hasta dos batallones” del Ejército afgano y con el despliegue de cuatro aviones no tripulados “para mejorar la seguridad en el oeste del país”, tal y como anunció en su reciente visita a Herat.
La Cumbre se ha reanudado esta mañana otra vez con los mismos únicos problemas de su primer día, los de tráfico provocados por los controles (que se producen también de forma selectiva en los trenes que llegan a Sevilla desde cualquier punto) y por el desplazamiento de las distintas representaciones hasta el Palacio de Congresos.
En esta segunda y última jornada está previsto que los representantes de los distintos países aborden otros temas como los preparativos de la OTAN para garantizar la paz en Kosovo, las posibles adaptaciones de la Fuerza de Reacción Rápida de la Alianza, cuya cobertura de efectivos se considera muy alejada de ofrecer las suficientes garantías, las relaciones de la organización con Rusia, que estará representada en la reunión por su titular de Defensa, Serguei Ivanov, o el diálogo en la zona mediterránea.
El último de los asuntos incluidos en la agenda de la reunión son unos nuevos planteamientos de reforma de la estructura de mandos pactada en el año 2004 en la reunión de Praga, que pueden poner en peligro la supervivencia del cuartel general de Retamares (Madrid) de 2008 en adelante.