Polémica por la retirada de 'La Caperucita Roja' y otros 200 títulos de la biblioteca infantil de la escuela pública Tàber de Barcelona. Una comisión ha analizado todos los libros del catálogo destinado a niños de hasta 6 años para reflexionar sobre el enfoque de género y los roles en los libros infantiles.
Fruto de ese análisis, en el que se han estudiado los roles de las mujeres y hombres en las historias, así como el número de protagonistas masculinos y femeninos o el grado de violencia y las emociones que plasman, títulos como 'La Caperucita Roja' o 'La Bella Durmiente' han sido considerados "tóxicos" por su contenido, que fomenta valores sexistas.
Una de las madres que participó en el estudio, Anna Tutzó explicó en la cadena pública Betevé que "estamos muy lejos de unas bibliotecas igualitarias donde los personajes masculinos y femeninos aparezcan mitad y mitad, donde hagan el mismo tipo de actividades", y aunque considera que "la sociedad está cambiando y es más sensible a la cuestión de género, esto no se está reflejando en los cuentos".
Aunque no ha querido revelar cuáles son los títulos de las obras que se han retirado, más allá de 'La Caperucita Roja' y 'La Bella Durmiente', la polémica se ha desatado en las redes sociales, que cargan contra lo que consideran un ejercicio de censura:
¿Y en vez de crear una comisión censora que vaya vetando títulos de una biblioteca no sería mejor crear una comisión que fomente la lectura y acerque los niños a los libros con espíritu crítico? https://t.co/dJNx0LwOGW
— Marta G. Aller (@GarciaAller) 11 de abril de 2019
https://t.co/o5f2B6vB7x ¿En serio vamos a llegar a estos limites? ¿Y si en vez de vetar un cuento infantil clásico, utilizamos herramientas para saber trabajarlo? Creo que son más preocupantes letras de ciertas canciones que se escuchan por doquier, que caperucita
— Estefania Merino (@estefMCmerino) 11 de abril de 2019
Una escuela de Barcelona retira 200 cuentos infantiles de su biblioteca por sexistas.
— Pilar Diz (@pilar_diz) 11 de abril de 2019
Lo próximo, quemar "Otelo" de Shakespeare porque Otelo estrangula a Desdémona. O "El cantar de mío Cid", donde sus hijas acaban molidas a palos por sus maridos.https://t.co/ncRQqAl5rx
Me vais a perdonar, pero cada día hay más Gilipollas en est país!! Acabarán quemando libros en hogueras...A que os suena? Pues eso, GILIPOLLAS 👎https://t.co/reRBiU4gM2 vía @el_pais
— Yolanda Couceiro (@yolandacmorin) 11 de abril de 2019
En Cataluña son mucho de vetar cuentos infantiles como La Caperucita Roja por supuestamente sexistas, que oye, hay que dejar espacio en la mente de los niños para lo que importa: el adoctrinamiento independentista. pic.twitter.com/JC5wkdGoDL
— El Contestatarium (@Contestatarium) 11 de abril de 2019
Censurar libros es siempre malo. Prohibir la cultura es siempre negativo. Se trata de educar, de hacer comprender de dónde venimos y hacia dónde queremos ir. Sin pasado, estamos condenados a repetirlo. https://t.co/FpOAQTBOmn
— Flanagan McPhee (@FlanaganMcPhee) 11 de abril de 2019
Os presento el modelo de la nueva Inquisición del siglo XXI. Existen libros que hay que quemar. Me suena muy, pero que muy mal.https://t.co/C7DZ1uCzgX
— RaRoLo (@rafaroldanlopez) 11 de abril de 2019
Vetan la Caperucita Roja en una escuela de Cataluña por sexista. Menos mal que no era verde Vox sino dirían que es fascismo. Qué país...😱 #EleccionesGenerales #28A
— Oli 😱 (@olivelvet) 11 de abril de 2019