Un día después de que por primera vez un barón del PP admitiera que Israel está realizando un genocidio en Gaza, el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, se ha sumado a este reconocimiento.
"Si usted lo que quiere es una discusión semántica para poner límites y muros entre españoles y andaluces no la va a encontrar conmigo. ¿Usted quiere que reconozca genocidio? Yo se lo reconozco, pero deje de utilizar a esa población que lo está pasando muy mal", ha dicho Moreno en el Parlamento de Andalucía ante una interpelación al respecto de Inmaculada Nieto (Por Andalucía).
Moreno une su voz así al presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, en citar sin ambages el término genocidio en Gaza. "¿Que el señor Rueda ha dicho genocidio? Me parece bien", ha subrayado más tarde el presidente andaluz a su salida del Parlamento al ser cuestionado por los medios de comunicación. Al igual que había hecho un poco antes en el interior de San Telmo, Moreno ha afirmado que se está intentando hacer de la situación en Gaza una cuestión nacional. "Sánchez lo que quiere es dividir, estamos en una cuestión semántica y por eso quiere volver a dividir, no le importa los gazatíes, lo que le importa es sobrevivir en su ámbito electoral", ha manifestado al respecto.
Junto a Moreno y Rueda otra de las voces más críticas y que ha denunciado sin medias tintas las acciones de Israel ha sido la presidenta de Extremadura, María Guardiola. Con motivo de los actos por el día de la Comunidad Autónoma de la que es presidenta, Guardiola "alzó la voz por responsabilidad ante la barbarie y horror que se está viviendo en Gaza". Después de un breve parón en su discurso y visiblemente afectada y emocionada, la presidenta del PP ha denunciado que "no podemos permanecer indiferentes ante tanto sufrimiento". "No seré yo la que haga una disertación de geopolítica, pero sí que quiero hablar de humanidad, y en pleno siglo XXI cualquier conflicto debería encontrar su salida en el diálogo, la palabra y el acuerdo. Condeno de manera enérgica el terrorismo y la violencia contra la población gazatí", terminó arrancando el aplauso de los miles de asistentes al acto.
La dirección nacional del PP, en un equilibrio entre un extremo y otro
Pero estas posturas de denuncia abierta a las acciones de Israel en Gaza han dejado en evidencia un tema de difícil balanza a nivel interno en el PP, que ha tratado de evitar en público usar el término genocidio en repetidas ocasiones.
Así, el líder del partido, Alberto Núñez Feijóo, ha preferido hablar de "atrocidades" y situación "inadmisible", pero no ha querido emplear el término genocidio porque eso "corresponde a la Corte Penal Internacional", dijo hace unos días al ser preguntado por ello.
En la misma línea equidistante se encuentra la portavoz del PP en el Congreso de los Diputados, Ester Muñoz, que remarcó que "no le compete ni a la ONU ni al presidente decidir lo que es o no es un genocidio", sino que es un tema "más complejo". "El Gobierno, para polarizar y dividir, hace preguntas simples, genocidio o no genocidio", mantuvo hace una semana después de publicarse el informe de la ONU en el que llamaba genocidio a las acciones de Israel en Gaza.
Ayuso y Almeida, el ala opuesta
En el ala contraria a los Moreno, Rueda o Guardiola y llevando la contraria a la dirección nacional, se han colocado tanto el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, como la presidenta del PP en la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.
"Para mí no hay genocidio, cuando uno achaca un genocidio a un estado es porque quiere que desaparezca ese estado", defendió el alcalde al ser preguntado por si había genocidio.
Pero Ayuso ha ido incluso más allá. La presidenta madrileña ha acusado al Gobierno de Pedro Sánchez de "alimentar el antisemitismo" por su postura sobre Gaza y ha dicho que Sánchez se "alia con el terrorismo de Hamás en lugar de respaldar la lucha contra el terrorismo del Estado Democrático de Israel".
En estos momentos, con los pasos dados en los últimos días por Bonilla, Rueda o Guardiola se abre un nuevo campo dialéctico en el PP.