Feijóo... ¿declaraciones desafortunadas o estrategia intencionada por ganar el voto conservador?

En las últimas horas han sido muy polémicas las reflexiones del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, sobre el terrorismo yihadista y la religión islámica. Tras el atentado de Algeciras, Feijóo cambió la prudente estrategia de comunicación de su partido, en línea de la Conferencia Episcopal y otros colectivos, de no echar leña al fuego y desvincular religión y terrorismo.

El gallego afirmó, generando controversia, que "desde hace muchos siglos" no se ve "a un cristiano matar en nombre de su religión o sus creencias", y que "hay otros pueblos que tienen algunos ciudadanos que sí lo hacen".

En un coloquio en el Círculo Ecuestre de Barcelona, explicó: "Insisto, vayamos a ser prudentes con hechos, conocer los hechos y circunvalar las responsabilidades antes de empezar a tensionar más de lo imprescindible", justo después de afirmar que el "terrorismo islámico es un problema de toda la sociedad europea y debemos actuar de forma unida".

El crimen de Algeciras solo tiene que ver con el fanatismo.

El integrismo es un problema global ante el que debemos luchar todos juntos. pic.twitter.com/Mx82zues8G

— Alberto Núñez Feijóo (@NunezFeijoo) January 26, 2023

Pequeña rectificación

Horas después, ante la polémica, quiso rebajar el tono, pero tampoco lo consiguió en exceso. Quiso aclarar que "una cosa es el fanatismo, otra la religión" y que "no se puede criminalizar ninguna religión". Cuando iba en la línea de otros de sus dirigentes del PP, volvió a crear controversia con sus palabras: "Todos podremos estar de acuerdo de que no hay un peligro de terrorismo católico, pero sí de integrismo islámico en algunos países del mundo".

Ante las críticas recibidas, algunos se preguntan ya si fueron declaraciones desafortunadas o si bien se contextualiza en una estrategia intencionada por ganar el voto conservador y más derechista que representa ahora Vox, o que en todo caso se lleva muchos votos de ese sector de la sociedad.

Su discurso se salió de lo que dirigentes como Cuca Gamarra habían afirmado antes, en sintonía con lo expresado por la Conferencia Episcopal, con palabras amistosas hacia la comunidad musulmana en España. "El que quiera montar una polémica es libre de hacerlo", dijo a la prensa tras recibir los primeros reproches.

La situación se volvió más tensa en las últimas horas al saber que el asesino del sacristán de Algeciras era un inmigrante sin papeles con una orden de expusión no ejecutada, lo que sirvió de gasolina para el discurso xenófobo de algunos y la línea dura sobre inmigración que defienden partidos como Vox, que ahora mismo es el objetivo clave del PP. Para ganar las elecciones generales con soltura y poder tener una mayoría de gobierno, necesita debilitar a la formación de Santiago Abascal, una vez que pasaron casi a la historia los liberales y centristas de Ciudadanos.