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Incendios: en situación de "abandono" la mayoría de los más de 4.000 de kilómetros de vías pecuarias

Via pecuaria a su paso por Fuentidueña de Tajo
Via pecuaria a su paso por Fuentidueña de Tajo (Foto: Kike Rincón)
viernes 14 de julio de 2023, 12:03h

Las altas temperaturas, entre otro tipo de factores, han provocado incendios a lo largo de los años como lo del Monte Abantos, Cadalso de los Vidrios, Batres, El Vellón o Campo Real, entre otros muchos.

Es por ello que asociaciones y colectivos ponen el foco cada año en el cuidado de los bosques y zonas verdes de la región. Una de las últimas ha sido Ecologistas en Acción, que pide al Ministerio de Defensa que limpie el pinar de Cuatro Vientos, que todavía conserva restos de la flora que quedó destrozada tras el paso del temporal Filomena.

“El fuego podría afectar tanto a la zona de viviendas en Cuatro Vientos como a carreteras tan transitadas como la A-5 y la M-40, zonas muy sensibles para el tráfico en nuestra región”, advierte Jaime Matamoros, representante del Corredor Ecológico del Suroeste.

Con el objetivo de evitar un verano similar al de 2022, el colectivo Amigos de las Vías Pecuarias ha lanzado un comunicado en el que piden que se tengan en cuenta los más de 4.000 kilómetros de vías pecuarias de la región, los cuales se encuentran en la mayoría de casos, consideran, “abandonados, llenos de basura y maleza”.

Vía pecuaria cubierta por vegetación (Foto: Amigos de las Vías Pecuarias)

“Del mismo modo que los ayuntamientos obligan a los vecinos a desbrozar sus parcelas, los organismos responsables de las Vías Pecuarias deben ocuparse de mantenerlas en perfecto estado, especialmente en los meses de más calor”, reclaman.

Vías abiertas por el ganado

Las vías pecuarias nacen con el paso del ganado en los procesos de trashumancia y trasterminancia. Según la Comunidad de Madrid, podemos diferenciar dos grandes tipos de vías pecuarias: las destinadas fundamentalmente al tránsito de ganado (cañadas, cordeles, veredas y coladas) y las asociadas al descanso de los rebaños durante sus travesías (descansaderos, abrevaderos y majadas).

Para el colectivo Amigos de las Vías Pecuarias, es necesario mantener y cuidar estas vías, tarea que en Madrid corresponde al Gobierno regional. Este trabajo lo realiza el Cuerpo de Agentes Forestales de la Comunidad de Madrid durante todo el año.

Miguel Higueras, jefe del Operativo del Cuerpo de Agentes Forestales, explica a Madridiario que, “por ley”, las funciones del cuerpo pasan por la protección, vigilancia y custodia de estas vías pecuarias.

El cuerpo centra sus esfuerzos en dos zonas diferenciadas. Las primeras, marcadas por el INFOMA, son las Zonas de Alto Riesgo, o vías ZAR, cercanas a municipios en contacto con masas forestales donde el peligro de incendio es más probable. Las segundas, son aquellas vías pecuarias que, aunque no están en municipios ZAR, tienen un uso social muy intenso, próximas a áreas recreativas.

Para evitar incendios en estas zonas, los Agentes Forestales realizan diversos operativos especiales como el de localización de puntos negros de vertidos o el control de la circulación de vehículos –prohibida en estas vías, recuerda Higueras–.

“También vemos en estos controles cómo está la transitabilidad de estas vías, porque para los medios de extinción, bomberos y agentes forestales son un buen camino a los incendios y hay veces que las vías pecuarias no están bien. Hay de todo: baches, agujeros..., y hacemos informes para asegurar la circulación por esas vías pecuarias”, comenta.

Vigilan también las zonas con mayor uso social cercano a masas forestales para prevenir cualquier tipo de problema, así como los tendidos cercanos a árboles. “Vemos en todas estas estructuras que cruzan las vías pecuarias si hay o no hay riesgo de incendio forestal provocado por esa proximidad del conductor al árbol”, añade.

Es por ello que Higueras disiente de la opinión de Amigos de las Vías Pecuarias: “El concepto de que está abandonado no lo puedo compartir. Considero que está abandonada cuando no se amojona, hay alguna ocupación de la vía ilegal, pero eso también lo trabajamos los Agentes Forestales. Todos los años tenemos que hacer denuncias por lo típico: vías ocupadas por un cultivo o una construcción… Eso sí que es un riesgo”.

Desde Amigos de las Vías Pecuarias defienden que “los millones de cabezas de ganado que recorrían estas vías, iban pastando y abonando la tierra pero hoy, en muchos casos, las vías pecuarias se encuentran abandonadas, llenas de basura, maleza y pastos sin comer y sin segar, una situación que representa un enorme peligro de incendio de cara al verano”.

“Según este colectivo, hasta no hace mucho los ayuntamientos pagaban a los pastores para que llevaran sus ovejas y cabras a comerse los pastos de zonas de monte antes del verano. Hoy, cada vez hay menos ganadería extensiva y muchos ganaderos piensan que llevar sus ovejas y vacas a pastar a una vía pecuaria les puede acarrear algún problema con Medio Ambiente. En el pasado, era habitual que los ganaderos colindantes cerraran, sin impedir el paso, tramos de vías pecuarias para que comieran sus animales y todos ganaban: las cañadas estaban limpias y los ganaderos ahorraban un dinero en la alimentación de sus animales”, agregan.

El jefe del Operativo del Cuerpo de Agentes Forestales reitera que es cierto que el pasto del ganado por las vías pecuarias es cada vez menos recurrente, pero niega el abandono de estas: “Si el ganado no come la vegetación, esta crece, pero es algo que puede ser positivo porque permite que las vías pecuarias acojan a otros individuos, fauna y flora que no estarían ahí si hubiese mucho ganado. Simplemente, debido al escaso uso ganadero que se hace de las vías pecuarias, la vegetación evidentemente cobra su lugar. Eso no quita que si en algunos lugares esa vegetación puede suponer un riesgo forestal, se actúe”.

Es por ello que llama a la calma, ya que los Agentes Forestales trabajan todo el año para que estos espacios naturales, que en antaño recibieron a pastores y ganado y hoy en día reciben a madrileños que buscan contactar con la naturaleza, estén en las mejores condiciones posibles para el bien de paseantes, trabajadores, fauna y flora.

“Que en una vía pecuaria crezca vegetación porque no pasa ganado es una consecuencia normal del abandono que hay, no en Madrid, sino en toda España. No lo veo un problema”, asegura.

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