El Ministerio de Trabajo se ha reunido con los agentes sociales para abordar el asunto de la reducción de la jornada laboral y la modernización de los sistemas de control horario.
El objetivo de Yolanda Díaz es reducir la jornada a 35,5 horas en 2025 y este mismo 2024 pasar de las 40 semanales que imperan en la actualidad a 38,5.
Una reducción para la que han propuesto llegar mediante una reforma del Estatuto de los Trabajadores, en concreto el artículo 34.
Plantean fijar las 37,5 horas "en cómputo anual" y establecer un mecanismo transitorio para ir aplicándola de forma paulatina con "tiempo y flexibilidad" para que las empresas se vayan adaptando.
Por ello, desde el Ministerio se ha planteado a la patronal y a los sindicatos reforzar los sistemas de control horario y abogar por la digitalización.
El secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey, ha propuesto en el encuentro del lunes acabar con el registro horario en papel, pues es fácil de "manipular", por lo que ha insistido en que hay que encaminarse hacia la digitalización.
Además, ha planteado que el registro horario, además de digital, sea accesible en remoto para que Trabajo pueda acceder a los registros de las empresas y corroborar de forma sencilla y rápida que se cumple la normativa.
Endurecimiento de las sanciones por incumplir la jornada
El objetivo del ministerio de Díaz es que a nadie "le merezca la pena" incumplir la jornada laboral, por lo que proponen también un endurecimiento de las sanciones en esta materia.
Además de incrementar la cuantía de las multas, abogan por sancionar no sólo por incumplimiento de la empresa, sino por cada trabajador de la empresa al que se haya vulnerado sus derechos en esta materia.
"Las sanciones en materia de tiempo de trabajo no son disuasorias, no consiguen su objetivo. No es sancionar, recaudar, sino que cumplan con sus obligaciones", ha remarcado Pérez Rey.
Flexibilidad ante los diferentes tipos de empresa
Las propuestas del ministerio no se aplicarían a todas las empresas por igual, pues son conocedores de que hay muchos tipos y no todas tienen los mismos mecanismos de adaptación.
Por ello estos planteamientos recogen la flexibilidad en función de las características de las pymes dando más opciones a las empresas con problemas en implementar estos nuevos sistemas digitales.
Los sindicatos ven con buenos ojos la digitalización de los registros horarios, pero han insistido en que los representantes de los trabajadores deben también tener acceso a esta información.
Además, han instado al Gobierno a abordar modificaciones concretas para las empresas de menos de 50 trabajadores, la mayoría en España, y analizar bien cómo introducir estos cambios.
También han remarcado la importancia de hablar de las horas extra y de los descansos semanales.
Por su parte, la CEOE ha rechazado valorar, de momento, las medidas puestas sobre la mesa por parte del Gobierno. Aunque en reuniones anteriores la patronal ha criticado esta idea y la ha tildado de "populista".
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