La Presidenta afirmó durante la inauguración del cuarto foro de partidos progresistas del Conosur que "la unidad de la región es imprescindible, en materia de políticas, de proyectos de crecimiento".
Recalcó además que "el tiempo de los que pensaban que algo diferente se podía hacer, ha llegado y hay que aprovecharlo", destacando que "la región vive momentos sin precedentes históricos, con gobiernos que por primera vez responden a la identidad de sus pueblos".
La jefa de Estado habló en la inauguración del cuarto foro de partidos progresistas de América del Sur, que se realizó en el Hotel Sheraton Pilar, con la participación de representantes de Argentina, Brasil, Chile y Uruguay.
En su discurso, la Presidenta destacó los "ejemplos fantásticos de multilateralidad" que se dieron recientemente "en la reunión del Grupo de Río y la última en la Moneda", en Chile.
"Allí -dijo Cristina- en un ejemplo de esa multilateralidad que le estamos reclamando al mundo, pudimos paicitos, como le gusta decir a Mario Benedetti, paicitos chiquititos del sur, construir instrumentos propios para poder ayudar a otros hermanos jaqueados, asediados, desconocidos en su legitimidad democrática y popular".
Agregó que "creo sinceramente que estamos en momentos fundacionales no sólo en la región sino en el mundo. La posibilidad de construir una sociedad más justa y equitativa, más racional. Porque las cosas que están sucediendo no son solamente producto de espíritus egoístas e insaciables, sino en el fondo, profundamente irracionales".
"Creo sinceramente -sostuvo la Presidenta- que una de las cosas que tenemos que hacer, es la necesidad de discutir desde categorías propias y de análisis, categorías propias de latinoamericanos, de América del Sur".
Al respecto dijo que "se hace imprescindible analizar desde nuestras propias realidades, desde nuestras propias identidades, experiencias históricas e institucionales" y analizó que "los pueblos han podido saltar desde lo testimonial al ejercicio del gobierno".
Cristina puntualizó que "la experiencia nuestra, que soñábamos con un mundo más justo, más equitativo, con mejor distribución del ingreso, donde pudiéramos tener trabajadores y no trabajadores, acceso a la educación, a la seguridad y a la vivienda, hoy ya no es responsabilidad de los otros, sino de todos nosotros y eso nos exige una altísima cuota de responsabilidad y también de comprensión del mundo que estamos viviendo y del que viene".
Aludió a la crisis que está viviendo los Estados Unidos, la Presidenta manifestó: "no creo que sea el fin del capitalismo, creo que se inicia otra etapa diferente, donde las economías reales, donde el trabajo y la producción vuelven a tener una centralidad muy importante".
Y enfatizó que "ahora es posible poder aportar desde esta construcción diferente hacer algo distinto en el cual la representación popular deje de ser un hecho que solamente transcurre entre elección y elección".
Cristina estuvo acompañada por el titular del Partido Justicialista, el ex presidente Néstor Kirchner, los ministros de Interior, Florencio Randazzo; de Salud, Graciela Ocaña; y de Trabajo, Carlos Tomada.
También por el secretario General de la Presidencia, Oscar Parrilli; por el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zanini; y por el coordinador general de la Unidad Presidente, Rafael Follonier.
Entre las personalidades extranjeras, se encontraban el asesor especial de política externa de Brasil, Marco Aurelio García; el ministro de Trabajo y Previsión Social de Chile, Osvaldo Andrade; y el senador uruguayo José Mujica Cordano.