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“No es lo mismo ser padre de la democracia que hijo de la dictadura”, dijo la Presidenta

Bachelet: “La Concertación unida le gana a la derecha unida”

Bachelet: “La Concertación unida le gana a la derecha unida”

•    Tenemos la fuerza, la capacidad y la gente necesaria para seguir conduciendo al país.
•    Chile necesita más democracia, una nueva Constitución, más descentralización y más participación.

lunes 06 de octubre de 2008, 01:08h
La Presidenta Michelle Bachelet encabezó este domingo la celebración de los 20 años del triunfo del NO en el plebiscito de 1988, realizada en el court central del Estadio Nacional. En la ocasión, planteó un llamado a los chilenos y chilenas a participar en el próximo proceso eleccionario y reiteró su confianza en que la coalición de gobierno obtendrá mayoría tanto en alcaldes como en concejales.

"Créanme, recorro el país y conozco a nuestra gente: esta elección la vamos a ganar. Vamos a tener más votos, más alcaldes, más concejales. Recuerden lo que les digo: en Chile, la Concertación unida le gana a la derecha unida. Y en tres semanas más lo vamos a comprobar", aseguró.

Recalco, asimismo, su confianza en que la Concertación seguirá cumpliendo con sus obligaciones con el país, tal como lo hizo en la unidad que permitió la victoria en 1988: "Estoy segura de que tratándose de batallas políticas que vendrán más adelante, primarán los partidos, el ánimo patriótico de ponerse de acuerdo para levantar un solo programa, bajo un solo liderazgo, que permita continuar la exitosas senda de progreso y justicia social por la que hemos transitado".

Bachelet afirmó que la Concertación de Partidos por la Democracia, "representa la mejor opción para encabezar el futuro" y valoró los logros alcanzados por los cuatro gobiernos de la coalición a partir de la recuperación de la democracia.

Agregó en este contexto que "tengo la más profunda convicción de que representamos el mejor camino disponible para Chile. Creo que nuestra opción es la que mejor se acomoda a las necesidades de nuestros compatriotas. Creo que entendemos el progreso de un modo más integral, más cercano a las personas y a sus comunidades. Creo que tenemos la fuerza, la capacidad y la gente necesaria para seguir conduciendo al país".

La Jefa de Estado afirmó que los gobiernos de la Concertación "tienen la obligación moral de reducir la injusta distribución de oportunidades e ingresos. Podemos construir con más equidad. Chile necesita más democracia, una nueva Constitución, más descentralización y más participación. Nosotros nacimos luchando por la libertad", aseguró.

En este sentido, pidió a la ciudadanía que compare "sueños con sueños, propuestas con propuestas, que comparen lo que otros hacen cuando tienen el poder con lo que hemos hecho nosotros, el poder para servir a los ciudadanos. Vean los resultados de cada cual y decidan. Esta es la coalición que supo defender a Chile de los especuladores que ponen en jaque a la nación, con su codicia sin fin. No queremos que el dinero sea el factor que decide todo en la sociedad. No queremos que el egoísmo sea celebrado como un valor", acotó.

Del mismo modo, la Mandataria desestimó las acusaciones de que el gobierno ha "presidencializado" la campaña. "Los partidos de la Concertación han insistido mucho en que el candidato presidencial de la coalición será definido sólo después de las elecciones municipales". En esta línea, dijo que "no todos han actuado de la misma forma. Los que están en este acto vienen de distintas comunas y en varias de ellas habrán visto letreros en que hay una foto que se repite, hay un personaje que acompaña a ciertos candidatos en todos los carteles. Y les puedo asegurar que nosotros no hemos puesto esos carteles".

La Presidenta puntualizó que "tenemos un destino que está en manos del pueblo al que servimos. Por eso quisiera llamar desde aquí a todos los chilenos a ejercer su derecho a sufragio. Se trata de un deber ciudadano y de un momento en el que adoptamos decisiones que influyen en nuestra convivencia. Y en lo que respecta a la Concertación, que es la base de sustentación de mi gobierno, estoy segura de que seguirá cumpliendo con sus obligaciones, como lo hizo en 1988”.

"Hace 20 años, Chile eligió el camino correcto y cambió para bien. Hoy, celebrar este 5 de octubre ha llegado a ser para todos, celebrar el día de la democracia. La victoria del NO pertenece a todo el pueblo chileno, incluso a quienes en su momento temieron que se produjera", afirmó.

Añadió que este triunfo, "inauguró una etapa de respeto y tolerancia. Un periodo en que los chilenos nos empeñamos en curar las heridas y consolidar la paz. Por eso esta no es una celebración de pasado, sino que es la celebración del futuro, de lo que nos queda por hacer".

Recalcó que en la construcción de ese futuro se seguirá incluyendo a todos en la necesidad de alcanzar acuerdos nacionales y resaltó que "lograr acuerdos tiene el mérito de reconocer nuestras diferencias y ser capaces de procesarlas. Es la mayoría la que establece las prioridades y las metas y en la búsqueda del país que queremos, lo que permite establecer los acuerdos que queremos alcanzar".

Sostuvo, asimismo, que la crítica es parte de la democracia, pero afirmó que "nosotros tenemos el deber y la obligación de pedir dos cosas: Juego limpio y comparaciones justas. Jugar limpio significa que cada cual puede proponer su visión de las cosas sin recurrir a tergiversaciones ni a medias verdades ni recurrir al matonaje y a la violencia. Comparar con justicia es no comparar peras con manzanas", aseguró.

Agregó, en este sentido, que "a la oposición le gusta comparar sus sueños con nuestras realizaciones y siempre se da por ganadora en la comparación. Pero no es así como corresponde hacerlo. Se compara nuestro pasado con su pasado, nuestros sueños con sus sueños, nuestras acciones con sus acciones, nuestros proyectos con sus proyectos. Y confío en que el país sabrá decidir con sabiduría entre los dos caminos. Confío en lo que somos y en lo que hemos hecho", recalcó.

La Presidenta Bachelet dijo que no niega a ninguna persona "el derecho a pensar como estime conveniente. Tampoco dudo de las intenciones ni del patriotismo de nadie. Tampoco niego nuestros errores, porque ante ellos siempre he dado la cara. Pero con toda sinceridad y con todo respeto por el que piense diferente, tengo que decirles que yo, como muchas y muchos de los que estamos aquí, viví el 5 de octubre. Vi lo que cada cual hizo, dijo o calló. Y no puedo dejar de pensar, aunque a algunos no les guste, que no es lo mismo ser padre de la democracia que ser hijos de la dictadura. Sigo pensando que no es lo mismo haber llorado porque Pinochet se iba que haber llorado porque la democracia regresara".



La Jefa de Estado hizo un extenso repaso por todos los avances evidenciados en las últimas dos décadas, poniendo énfasis en el desarrollo que ha alcanzado el país en todos los ámbitos. "Hemos entregado progreso al país sin traumas y sin desgarros. Nuestro camino es el de las reformas profundas. Porque hemos sido una mayoría estable, estas reformas han podido madurar en el tiempo y han tenido la continuidad que necesitamos para dar frutos".

Recordó en esta línea que "antes podían pasar décadas y aunque los problemas se veían, no podían enfrentarse con suficiente constancia y decisión. No había una mayoría progresista que le diera sustento. Por eso las reformas de la educación, de la salud, de la justicia, de la protección, de la política de vivienda, la revolución de la infraestructura física, la modernización del Estado, tenían décadas de atraso. Porque hay Concertación, cada una de estas tareas ya se han emprendido para hacer de Chile un mejor país para todos", recalcó.

Dijo también que en estos años de democracia, "hemos hecho una apuesta histórica para hacer crecer día a día la confianza en Chile y ahora Chile es sinónimo de esa confianza. Es sinónimo de buen manejo de la economía, democracia sólida estable, de avance social persistente, de cultura abierta al mundo, de capacidad de emprender. Un país que proyecta su juventud para poder ganar el futuro", manifestó.

Sostuvo además que "hemos sido responsables siempre, pero como nunca aquello importa ahora, en pleno escenario de turbulencia económica financiera mundial. Porque en los gobiernos de la Concertación hemos aplicado políticas económica prudentes y a la vez responsables, hemos podido ahora, en momentos difíciles, financiar políticas sociales que hace pocos años habrían sido inimaginables".

A modo de ejemplo, señaló que "si hace dos décadas, gran parte de los recursos del Estado se destinaban a pagar la cuantiosa deuda pública, hoy esa deuda casi no existe. Y el dinero que antes se pagaba a los bancos, ahora se destina a pagar escuelas, hospitales o viviendas. Si en plena bonanza nos hubiéramos dedicado a gastar alegremente y sin medida, confiados en el alto precio, del cobre, hoy, en lugar de tener un presupuesto que crece y que garantiza un ambicioso esfuerzo social, estaríamos discutiendo cuántas pensiones recortar o cuántas escuelas y viviendas dejar de construir".

Señaló, finalmente, que Chile "puede enfrentar este momento difícil de la economía mundial de mejor manera, porque tiene una sólida situación fiscal, un sistema financiero bien regulado y estabilidad para mirar el futuro. Pero también no hemos confundido los medios con los fines. No vivimos para ser prudentes, sino que somos prudentes para vivir mejor. En el centro de nuestra condición política está el ser humano de carne y hueso. Hemos puesto todo al servicio de chilenos y chilenas. Porque nos importa la dignidad humana, es que los gobiernos de la Concertación hemos reducido sustantivamente la pobreza a la mitad y la indigencia casi a un tercio", acotó.
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