OPINION/Víctor Gijón
martes 21 de octubre de 2008, 14:02h
A 500 kilómetros de distancia el presidente y la vicepresidenta del Gobierno hablaban este lunes de Presupuestos, de lo dineros que Cantabria recibirá del Estado en el año que viene.
En Madrid, Miguel Ángel Revilla lograba que el presidente del Gobierno se comprometiese a financiar al 100% la finalización de las obras de Valdecilla, entre otros destacados acuerdos. En Cantabria, en el Parlamento regional, Lola Gorostiaga, Ignacio Diego, ni estaba en el Parlamento ni por supuesto en Madrid. Eso es lo que le interesa al máximo dirigente del PP las inversiones en Cantabria.
Quizás ponga como disculpa que estaba preparando la enésima conferencia de Prensa para meterse con Revilla mientras le pide la mano, le da su apoyo para que rompa con el PSOE, aunque le augura que si lo hace tendrá que darle al presidencia a él, porque su partido fue el más votado en el 2007. No es un galimatías o la reflexión de barra de bar de un hooligan del PP, sino un resumen apresurado pero fidedigno de las últimas declaraciones de Diego.
Que al PP las inversiones del Estado en Cantabria se las trae al pairo y que únicamente le interesa en la medida en que pueda formar parte del argumentario para dar tiza al Gobierno regional, quedó claro con la actitud de su número uno al Congreso, el ex presidente de Cantabria, José Joaquín Martínez Sieso, en el reciente debate en Comisión de los Presupuestos Generales del Estado. Éste preguntó por el AVE a quien carecía de competencias y dejó pasar sin abrir la boca la presencia en la Cámara Baja de quien si podía haber respondido a sus demandas de información. Pero hay más.
Por ejemplo, resulta un insulto a la inteligencia que Diego, que calló cuando el Gobierno de Aznar se cargó la autovía Dos Mares por la presión de los nacionalistas vascos, discuta ahora los plazos de realización de una obra, cuya tramitación ya está en marcha. Pero de nada de eso habló en el Parlamento el popular Diego.
Comienza a ser una costumbre, por cierto pésima y muy poco democrática, que el líder de la oposición haga los debates en los medios de comunicación, donde no hay controversia ni tienen que contrastar sus posiciones, en lugar del Parlamento, donde reside la soberanía popular libremente expresada en las urnas. rebatía la cuentas tramposas del PP sobre las inversiones en Cantabria. Mientras tanto el líder del PP,
Si (
No(
