En este Informe se recogen buena parte de las políticas sociales del Gobierno de España para los próximos años. Son áreas de la máxima importancia: pensiones, educación, sanidad y dependencia. Por tanto, son políticas destinadas a mejorar la calidad de vida de todos y cada uno de los ciudadanos.
La primera parte del informe, la Estrategia Nacional para la Inclusión Social 2008-2010, persigue cinco objetivos:
- Fomentar el acceso al empleo y promover políticas activas de inclusión activas.
- Garantizar y mejorar recursos económicos mínimos.
- Alcanzar una educación con equidad.
- Apoyar la integración social de los inmigrantes.
- Garantizar la atención a las personas en situación de dependencia.
Para la elaboración de este documento se ha impulsado la participación de todos los agentes implicados en la lucha contra la exclusión social (Ministerios, Comunidades Autónomas, Federación Española de Municipios y Provincias, Consejo Económico y Social, ONG y agentes sociales), a través de los órganos de participación establecidos al respecto.
ESTRATEGIA DE PENSIONES
La segunda parte corresponde a la Estrategia de Pensiones en la que, de nuevo, el diálogo será protagonista. Las contribuciones y observaciones que realicen los agentes sociales al informe serán objeto de consideración en el proceso de diálogo y, en particular, en la nueva ronda de trabajos de la Comisión Parlamentaria del Pacto de Toledo que se iniciará próximamente.
Equilibrio presupuestario hasta 2029
El Plan incluye nuevas proyecciones financieras que indican que el sistema español de pensiones tiene asegurado el equilibrio presupuestario hasta 2029; es decir, mejoran en ocho años las previsiones realizadas en 2005.
Esta mejora en las proyecciones ha sido posible gracias al crecimiento económico y del empleo de los últimos años, la incorporación de trabajadores extranjeros, la gestión eficiente y austera del sistema, y las reformas realizadas, como la Ley de Medidas en Materia de Seguridad Social, de 2007.
Cifras de empleo superiores
Por otro lado y en relación con el aumento potencial del empleo más allá del año 2010, las hipótesis del comportamiento del empleo son ahora mejores que las de 2005.
Las cifras de proyección del gasto en pensiones se mantienen estables hasta el año 2020, en cuantías que se sitúan alrededor de un 8,5 por 100 del PIB. Por otro lado, la mayor intensidad del efecto del proceso de envejecimiento se manifestará previsiblemente a partir del año 2030.
El informe analiza, además de la sostenibilidad del sistema, su modernización, la suficiencia de las pensiones y su contribución a superar posibles riesgos de pobreza.
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