Servicios a la ciudadanía

CCOO ha decidido coaligar los esfuerzos sindicales de dos federaciones de la organización. La Federación de Servicios y Administraciones Públicas y la Federación de Comunicación y Transporte van a dar lugar a una nueva organización denominada Federación de Servicios a la Ciudadanía.

Son trabajadores y trabajadoras en la frontera de la calidad de los servicios públicos. Son los que nos atienden en las oficinas del INEM, de la Seguridad Social. Los que nos transportan de un lugar a otro en Metro, autobús, RENFE. Los que nos traen las cartas o nos prestan un servicio de telefonía móvil. Los que nos atienden en una ventanilla de ayuntamiento o los que hacen que el agua llegue a nuestras casas. Los que trabajan para que veamos una televisión, escuchemos una emisora de radio o tengamos servicios sociales. Los que con medios escasos hacen que la Justicia funcione.

Servicios públicos prestados de forma directa o privatizados en su gestión. Servicios públicos privatizados. Son sectores muy complejos, muy diversos. Son trabajadores que defienden la calidad del empleo y la calidad del servicio público para el conjunto de la ciudadanía.

A partir del momento de su fusión, la nueva Federación de Servicios a la Ciudadanía será un instrumento fundamental para salir de la crisis sin que el empleo y la calidad de los servicios públicos se debiliten.

Son muchas las administraciones públicas, en todos los niveles, ya sean municipales autonómicos o estatales, que sucumben a la tentación de abaratar costes sobre la base de entregar parte,  o la totalidad, de un determinado servicio público a la iniciativa privada.

Este abaratamiento de costes se justifica luego con una pretendida mejor gestión de los recursos y hasta con argumentos ideológicos. En nombre del liberalismo se justifica que el “mercado” se haga cargo de la gestión de los servicios públicos. Un “mercado” que no es libre, sino que se suele repartir y entregar a intereses bien avenidos con el poder de turno y que no compite con nadie en la prestación del servicio porque actúa en mercados cautivos.

Si ya es cuestionable toda esta justificación de la privatización, aún más lo es que, una vez inaugurado a bombo y platillo el nuevo servicio público “externalizado”, se minimicen los controles sobre la calidad del servicio y desaparezca en absoluto cualquier condicionante sobre la calidad del empleo. Sus salarios, jornadas, condiciones de trabajo, derechos laborales regulados por convenio colectivo, son minimizados. Entre otras cosas porque prestar un servicio más barato y a la vez ganar dinero sólo es posible si se rebaja la calidad del servicio o si se deterioran las condiciones de trabajo. O si se hacen ambas cosas a la vez.

A contrario sensu, prestar un servicio público manteniendo niveles de calidad y con condiciones salariales y laborales equiparables con el sector público deja muy pocos, por no decir inexistentes, beneficios empresariales. No es negocio

Luchar por la calidad del empleo y del servicio público. Luchar por evitar operaciones privatizadoras tras la cuales sólo se encuentra la entrega de recursos públicos al sector privado (como se anuncia en el Canal de Isabel II o en la siempre anunciada privatización de Telemadrid). Organizar, representar, defender a los trabajadores que prestan servicios a la ciudadanía, independientemente del tipo de empresa al que pertenecen, sea pública o privada.  Defender la calidad de los servicios públicos para todas y todos los ciudadanos y ciudadanas.  Esa es la inmensa tarea que esta Federación de Servicios a la Ciudadanía tiene por delante.

De su buen trabajo dependerá la calidad de nuestras vidas y la cohesión de nuestra sociedad.

Francisco Javier López Martín
Secretario General CCOO Madrid