Berlusconi insiste en tildar de 'bronceado' a Obama
sábado 08 de noviembre de 2008, 15:20h
El italiano está ganando puntos para convertirse en el impresentable del año puesto que no sólo hizo unas declaraciones intolerables sobre el presidente electo de EEUU que hirieron la sensibilidad de los estadounidenses, sino que encima insiste.
Un periodista le preguntó si no consideraba la posibilida de pedir disculpas por el lío diplomático montado a raíz de describir a Barack Obama como "joven, guapo y bronceado" y a los críticos de la izquierda italiana como "imbéciles sin sentido del humor". Berlusconi lejos de retractarse insistió en cargar contra todos.
"Primer ministro, ¿se da cuenta de que su comentario sobre Obama es ofensivo para Estados Unidos? ¿Porqué no se disculpa?", preguntó el reportero. Berlusconi interpeló: "¡Dadme un respiro! Te acabas de colocar en esa lista de personas (imbéciles) que mencioné ayer".
Cuando el periodista presionó para recibir una respuesta sobre por qué Berlusconi no consideraba necesario disculparse, el primer ministro, visiblemente irritado, dijo: "¿Por qué debería? ¡Tú deberías pedir perdon a Italia!". A continuación, Berlusconi abandonó la sala, se ve que los demás deben tener sentido del humor para escuchar sus comentarios, pero él no es capaz de asimilar una crítica.
Y es que esta no es la primera vez que el italiano crea polémicas internacionales con su estilo 'bromista'. En su primera reunión con el primer ministro danés, Anders Fogh Rasmussen, en 2002, Berlusconi le aduló diciendo: "Rasmussen no es sólo un buen colega, también es el primer ministro más guapo de Europa". Y añadió: "Es tan guapo que incluso estaba pensando en presentárselo a mi mujer".
En 2005, provocó un pequeño incidente diplomático insinuando que había cortejado a la presidenta finlandesa, Tarja Halonen, para asegurarse su respaldo para que Italia acogiera la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria. "Tuve que utilizar todas mis tácticas de 'playboy', incluso después de no haberlas utilizado durante mucho tiempo", dijo, lo que llevó a Helsinki a llamar al embajador italiano para pedirle una explicación.
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