El Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) del presidente Daniel Ortega lideraba este lunes las elecciones municipales celebradas el domingo en Nicaragua, según el último informe preliminar ofrecido por el Consejo Supremo Electoral (CSE).
Con el 78% de las Juntas Receptoras de Votos escrutadas, el sandinismo ganaba en 10 de las 17 cabeceras departamentales, mientras que el opositor Partido Liberal Constitucionalista (PLC) lideraba en tres, según datos ofrecidos por el presidente del CSE, Roberto Rivas, en la tarde del lunes.
El informe fue entregado por Rivas sin estar acompañado por los magistrados del Consejo Electoral que pertenecen al PLC, cuyo partido desconoció los resultados, principalmente en Managua, donde su candidato Eduardo Montealegre, se proclamó ganador y llamó a sus partidarios a defender el voto.
El presidente del CSE, quien fue exhortado por Montealegre a "decir la verdad al pueblo" sobre los resultados del cuestionado proceso electoral, dijo que el nuevo informe de votos "no es la última palabra" ya que el organismo no había recibido toda la información de las juntas de sufragio.
De acuerdo con el conteo del 79% de las mesas en Managua, el candidato del FSLN, Alexis Argüello, ganaba con 51,52% y Montealegre iba segundo con 45,26%.
Montealegre, quien perdió la elección presidencial con Ortega hace dos años, calificó el domingo en la noche los resultados de "amañados y malintencionados".
Según Montealegre, unos 20.000 votos le fueron anulados de forma irregular, pese a lo cual aseguró haber ganado con el 51% contra el 46% de Argüello, según actas de la votación en su poder.
En Granada, otra de las plazas más importantes, el PLC arrebató la alcaldía a los sandinistas con el 55,38% de los votos contra el 38%, cuando se habían contado más del 98,81% de los sufragios.
El PLC también lideraba la votación en Bluefields, capital de la región autónoma del Atlántico Sur, que ya gobernaba, así como Jinotega, en el norte del país, una zona cafetalera, y en Masaya, vecina a la capital.
Por su parte, el FSLN lideraba la votación en Chinandega, en León, la segunda ciudad del país, además de Estelí, Matagalpa y Rivas, según el CSE.
El PLC dominaba los municipios del centro del país, una zona conservadora y eminentemente ganadera, mientras el Frente vencía en el oeste, y en la costa pacífica, con una alta concentración de pobreza.
La abstención, según fuentes oficiosas, fue del 45%, en estos comicios, marcados por numerosos altercados entre seguidores de los dos principales partidos, en particular en Managua y León, y por las denuncias de irregularidades por parte de la oposición.
Tres personas resultaron heridas de bala en disturbios este lunes, mientras que al menos 33 personas fueron detenidas y otras dos heridas leves durante la jornada electoral.
La organización no gubernamental de observación Ética y Transparencia calificó estos comicios como los "menos transparentes" de los últimos años.
"Queremos declarar con mucha firmeza que en estos momentos han sido las elecciones menos transparentes y con mayor intimidación en los últimos años desde 1996", señaló en un informe entregado a la prensa.
Según este organismo, en 32% de las mesas observadas "se presentaron irregularidades".
Las autoridades prohibieron la presencia de observadores imparciales, por lo que el temor a un fraude sobrevoló estos comicios que se han convertido en un plebiscito a la labor de Daniel Ortega, quien en los últimos meses ha acallado a varios partidos de la oposición y a las ONG críticas con su gestión.
Cerca de cuatro millones de nicaragüenses estaban convocados para elegir a los nuevos alcaldes, vicealcaldes y concejales de 146 municipios para los próximos cuatro años.