Con su reunión con Rajoy, Zapatero completará la ronda de contactos que él mismo anunció el pasado sábado para "intercambiar posiciones y recibir sugerencias" ante la cumbre de Washington y que incluye a entidades financieras, agentes sociales y, finalmente, al líder de la oposición.
Con estas entrevistas, Zapatero pretende forjar una "posición de país" para la cumbre, en palabras del vicesecretario general de su partido, José Blanco. Rajoy, por su parte, anunció ayer que aprovechará para plantear al presidente un paquete de medidas similares a las que tomó el PP en 1996 para hacer frente a la "crisis de la economía real" de España, por entender que hasta ahora sólo se han aplicado "parches y remiendos milagreros".
El propio Zapatero adelantó a Rajoy su plan de celebrar esta ronda de contactos en una conversación telefónica el sábado por la mañana, pocas horas después de que la presidencia francesa de la UE anunciara oficialmente que España acudiría a la Cumbre de Washington en uno de los cinco puestos que la UE tiene en el G20 -junto a Francia, Reino Unido, Italia y Alemania-.
Zapatero y Rajoy han debido colocar su reunión en una semana con una agenda bastante apretada, a lo que se ha sumado el que ambos viajarán esta mañana a Pontevedra para asistir al funeral por los dos militares en el ataque suicida en Afganistán.
Banqueros, empresarios y sindicatos
La ronda de consultas para la cumbre de Washington comenzó el lunes, cuando el jefe del Ejecutivo se reunió con los presidentes de las cuatro mayores entidades financieras españolas -Emilio Botín, del Santander; Francisco González, del BBVA; Isidre Fainé, de La Caixa, y Miguel Blesa, de Caja Madrid- y esta tarde está reunido con los secretarios generales de UGT y CCOO, Cándido Méndez y José María Fidalgo, respectivamente; y los presidentes de las patronales CEOE, Gerardo Díaz Ferrán; y CEPYME, Jesús Bárcenas.
Los presidentes de bancos y cajas trasladaron a Zapatero la necesidad de mayores controles y supervisión en el sistema financiero internacional. Zapatero ya adelantó el sábado que su posición en Washington será de exigir la máxima transparencia y el refuerzo de los controles del sistema financiero internacional.
Avanzó, además, que su objetivo es que la cumbre no se limite a reformas técnicas del sistema financiero, sino introducir además asuntos como la lucha contra la pobreza y contra el cambio climático.