¿Cinturón sanitario para The Economist?

Estos hijos de la Gran Bretaña son casi peores que la derecha española.

¡Mira que atreverse a criticar a Cataluña llamando cacique al ex Presidente Pujol y decir que el gobierno de la Generalitat tiene  una obsesión nacionalista por la lengua catalana!

¡Qué coño se habrá creído estos ingleses!

Las críticas de The Economist aparecen en un reportaje titulado "The party's over" (La fiesta ha terminado) y han merecido una carta de protesta del delegado de la Generalitat de Cataluña en el Reino Unido, Xavier Solano el cual ha pedido a la dirección del semanario una "rectificación y una disculpa por algunas de las afirmaciones que aparecen en este informe periodístico".

Es una pena que este semanario sea inglés y no español, porque habría sido muy fácil aplicarle el cinturón sanitario, o secuestrar su publicación o quitarle un par de frecuencias de radio, de haberlas tenido.

Eso es lo que tiene no ser nacionalista catalán, sobre todo fuera de España, y es que no hay manera de defenderse cuando te tocan las pelotas diciendo cosas que siendo opinables, no están muy alejadas de la realidad.

El señor Pujol, a quien respeto, como todo gobernante que ha ejercido el poder durante más de 20 años ha hecho más de una cacicada, y la política de inmersión lingüística catalana es obsesiva, lo diga Agamenón o su porquero.

El parlamento catalán está debatiendo la ley de educación que impone el catalán como lengua única en las escuelas, lo que supone un paso más en la política de exclusión del castellano en los centros de enseñanza públicos, por no hablar de las multas a los comercios por rotular en castellano y no en catalán.

Pero esto es lo que hay y no hace falta irse a leer The Economist para enterarse de estos temas porque en otros medios de comunicación españoles - no en todos, porque no siempre hay huevos si se está en el oasis catalán- se publican estas cosas.