El titular de la ONCCA, Ricardo Echegaray, replicó críticas de los ruralistas, quienes "se deben una autocrítica" y dijo que lo que "les molesta es no poder culpar al Gobierno, y en especial al organismo a su cargo, de las pérdidas de los medianos y pequeños productores por no vender sus granos en el apogeo de la burbuja especulativa".
Además, Echegaray defendió los objetivos de "control y transparencia" del organismo, y el fortalecimiento de su sitio web como "herramienta de gestión".
"Hoy ya quedó claro que fue la dirigencia agropecuaria la que declaró el lock out, llamó a sus representados a no vender granos, cortó rutas y no permitió que los productores que sí deseaban hacerlo pudieran comercializar sus mercancías", añadió.
A través de un comunicado, el funcionario sostuvo que "si los productores hubieran vendido su trigo el 17 de junio, por ejemplo, hubiesen obtenido un precio mucho mayor al actual". "Pero no lo vendieron por un solo motivo: porque la dirigencia rural los llamó a no vender", explicó Echegaray.
"La dirigencia agropecuaria y los grandes productores tomaron esta resolución con objetivos políticos ajenos a los intereses del campo", interpretó.
Agregó que "se pueden dar ese lujo porque tienen espaldas financieras para soportar no sólo cuatro meses de lock out, sino uno o dos años".
Pero con esa decisión "perjudicaron a los pequeños productores que viven del día a día como un asalariado o como una PyME común, que van al banco todos los días", precisó Echegaray.
El presidente de ONCCA cuestionó la "irresponsabilidad" de estos dirigentes y remarcó que "produjo consecuencias nefastas para los productores de granos, carnes y lácteos y para toda la cadena comercial agropecuaria".
Echegaray consideró que "gran parte de esta dirigencia se debe una autocrítica y le debe explicaciones a sus representados".
Según el funcionario, "los cambios siempre son resistidos por quienes se beneficiaban de lo que había: trabajo en negro, cosechas sin declarar y estimaciones por sobre estadísticas concretas del quehacer agropecuario argentino".
En ese sentido, afirmó, "ciertos dirigentes de la Mesa de Enlace parecen representar precisamente a dichos grupos, antes que a sus bases".
El titular de la ONCCA también formuló duras críticas a los medios de comunicación "que editorializan a favor de los que no quieren transparentarse".
Esos medios, afirmó, "dan como ciertas cosas que es muy fácil comprobar que son falsas (como afirmar que hoy está cerrado el registro de exportación de trigo), convirtiéndose en cómplices de aquellos que viven en la informalidad".
Al defender la utilización de medios modernos de gestión, Echegaray manifestó que "pasar a un sistema informatizado y sin papeles nuevamente molesta a los que se resisten al cambio y a la modernización, porque con el nuevo modelo será más difícil eludir o evadir al fisco".
La mejora del control "parece molestar a quienes no quieren estar en regla", pero "la realidad es inapelable: el sitio web del organismo terminará el año con más de un millón de visitas", agregó el comunicado.
Antes "no se suministraba toda la información que hoy entrega la web de ONCCA de manera tan accesible a cualquier interesado", agregó Echegaray, para luego destacar la apertura, el viernes pasado, de la agencia del organismo en Tandil "la primera de una cantidad importante de oficinas que tendrá el organismo en el interior del país".
En tiempos de "crisis alimentaria", sostuvo el funcionario, "es deber del Gobierno trabajar sobre estadísticas fehacientes y no sobre estimaciones".
"La ONCCA trabaja con números reales -surgidos de la declaración de los propios hombres del sector- y no con especulaciones provenientes de consultoras que fantasean con futurismos sin sustentación técnica", concluyó Echegaray.
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